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Rajoy: «En España no pasará lo que en Grecia»

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el expresidente francés y presidente del partido Los Republicanos, Nicolás Sarkozy
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el expresidente francés y presidente del partido Los Republicanos, Nicolás Sarkozylarazon

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha garantizado hoy que los españoles pueden estar tranquilos ante la crisis generada por Grecia porque en los últimos años se han aplicado políticas serias que impiden que en España pueda pasar lo que está ocurriendo en el país heleno. Rajoy se ha referido a la situación provocada por Grecia en una comparecencia junto al expresidente francés y presidente del partido Los Republicanos, Nicolás Sarkozy, con quien se ha reunido en la sede nacional del PP.

"Los españoles pueden estar tranquilos, entre otras razones porque a lo largo de los últimos años, con su esfuerzo, dedicación, trabajo y comprensión, han apoyado las reformas que se han llevado a cabo y han dado lugar a que en estos momentos en España podamos estar tranquilos", ha sido el mensaje lanzado por el jefe del Ejecutivo.

Rajoy ha salido al paso de los elogios que Podemos ha dirigido hoy al Gobierno griego, a su primer ministro, Alexis Tsipras, y al partido Syriza.

El dirigente de Podemos Rafael Mayoral ha denunciado hoy el "chantaje inaceptable"a Grecia por parte del FMI y el Banco Central Europeo y ha criticado la "nefasta"imagen que está dando Rajoy actuando como un "gobierno colonial"al "servicio de Merkel".

Al pedirle los periodistas al presidente que opinara sobre estas palabras ha ironizado diciendo que "hay que oír de todo en la vida"y ha recordado ante las alabanzas a la actitud del Gobierno griego que "el cien por cien de los gobiernos de la zona euro no parecen opinar lo mismo".

También ha rechazado que España haya aceptado las órdenes de Merkel porque no ha estado sometida a un rescate y, por tanto, ha explicado que no se ha sometido a las indicaciones del Banco Central Europeo ni de nadie.

Lo que ha hecho España, ha expuesto, es una política económica que ha servido para no ser rescatada y para empezar a crecer y crear empleo.

Ha recordado las previsiones a la baja de Grecia después de que Syriza se hiciese con el Gobierno y ha dicho que esa es la diferencia entre las políticas serias y las que no lo son tanto.

"Las serias, aunque sean difíciles, duras e incómodas y aunque cueste trabajo tomar las decisiones, acaban llevando al crecimiento y al empleo, y las demás llevan a lo que estamos viendo hoy día en Grecia, a que la gente no pueda sacar su dinero de los bancos", ha añadido.

En esa línea, ha insistido: "Por suerte, esto en España no va a pasar porque es un país serio y ha tenido un Gobierno serio".

Rajoy ha subrayado que Grecia ha roto unilateralmente las negociaciones con la UE, y que aunque tiene derecho a celebrar los referendos que quiera, todos los países de la zona euro le están trasladando el mensaje de que hasta mañana por la noche aún puede negociar y de que no se pueden cambiar las normas de asistencia financiera.

Ha reiterado que la UE ha sido muy solidaria con Grecia y quiere seguir siéndolo, pero ha puntualizado que el país heleno debe cumplir las normas y tiene que poner algo de su parte.

En su intervención, Sarkozy ha aprovechado para elogiar las reformas llevadas a cabo por el Gobierno de Rajoy y subrayar que Europa no puede ceder ante las pretensiones del Ejecutivo griego.

"Mis amigos españoles, observando hoy a Grecia, deben pensar que menos mal que teníamos un Gobierno que realizó en el momento adecuado lo que tenía que hacer", ha añadido.

Además, ha acusado a Tsipras de pretender un "chantaje"a la Unión Europea y de querer destruir la economía de mercado, y ha recalcado que la cuestión no es cómo salvar a Grecia sino cómo proteger al Eurogrupo.

En ese contexto, ha reconocido que los griegos han sufrido mucho, pero que también han sufrido los españoles, los portugueses o los irlandeses, y ha advertido de la credibilidad de la eurozona en el futuro si un país con un gobierno de extrema izquierda cree que puede estar exento de cumplir las normas.