Rajoy lo seguirá intentando con el PSOE pese al «no» de Sánchez

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado hoy que si no es investido el próximo 2 de septiembre, seguirá intentando a partir de esa fecha que el PSOE facilite su investidura más adelante porque esa es su obligación.

Media hora de reunión, entre el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que terminó igual que las anteriores, aunque el candidato popular cuente en esta ocasión con 170 escaños. Esa breve conversación concluyó con un «no» rotundo del PSOE a facilitar que se desbloquee la formación de gobierno.Después de esa entrevista, que fue calificada de «prescindible» por Sánchez, Rajoy confirmó que, pese a todo, seguirá intentando negociar con el PSOE después de la previsible investidura fallida a la que se enfrenta esta semana.

Ésta fue su respuesta a la citada conversación con el secretario general socialista, en la que éste le ratificó el «no» de su partido en la doble votación que se celebrará en el Congreso de los Diputados, porque nada cambia en los cuarteles de Ferraz por el hecho de que el PP se presente con sus escaños, más los de Ciudadanos y el del diputado de Coalición Canaria (CC).

La confirmación de que Ferraz no se mueve de su decisión de hacer que Rajoy fracase, en lo que algunos leen como una auténtica «obsesión» de Sánchez por forzar que Rajoy muerda el polvo, igual que le ocurrió a él en su investidura del pasado mes de marzo, y aunque el candidato popular esté únicamente a seis escaños de los que necesita para salir en primera votación, no modifica la estrategia del presidente del Ejecutivo en funciones de mantener la presión de la carga sobre la bancada socialista. Precisamente por eso, por la fuerza que entienden que les da el acuerdo alcanzado con la formación de Albert Rivera, y porque además Rajoy confía en que las elecciones vascas y gallegas del 25 de septiembre ayuden a mover el escenario político.

En la dirección popular miran al PNV, y a la posibilidad, dependiendo de las sumas que dejen esos resultados, de que puedan necesitar apoyarse de alguna forma en ellos. Aun así, seguirían necesitando que el PSOE les preste algún escaño, pero la presión sobre el principal partido de la oposición en ese escenario sería «determinante».

Rajoy y la cúpula popular también manejan sus cartas esperando a ver cómo evoluciona el debate interno en el PSOE. Dicen que con el PNV sería mas fácil, en su escepticismo sobre cómo puede acabar gestionando Sánchez las presiones internas y externas. Pero a Rajoy también le consta la división que existe dentro del PSOE, y los recelos hacia Ferraz de los «barones» que gobiernan.

Después de su última entrevista de ayer, el candidato popular no tiene claro si el líder del PSOE sigue barajando la tentación de intentarlo él, o incluso si considera que con la celebración de unas terceras elecciones generales quizás no le fueran tan mal porque servirían para aglutinar voto hacia el bipartidismo.

Pero igualmente, Rajoy también cuenta con que entre los barones del PSOE hay un rechazo grande a esas dos opciones, y que el riesgo al que se enfrenta Sánchez, una vez él fracase en su investidura, es que los «barones» estallen en la próxima reunión del Comité Federal.

«Iré con 170 apoyos. No es la primera vez que un presidente sale investido con menos, y yo sólo dispongo de esos», señaló ayer Rajoy tras la negativa que le volvió a trasladar el líder del PSOE a facilitar con una abstención que salga reelegido. Rajoy confirmó que él seguirá intentando la negociación con los socialistas y que, además, acudirá a otro debate de investidura si hace falta «por responsabilidad».

Rajoy sigue reivindicando su derecho a gobernar por respeto a la democracia, y como ya hizo después de la firma del acuerdo con Ciudadanos, volvió a recordar que tiene 52 escaños más que el PSOE desde las elecciones del pasado 26 de junio.

En ese sentido, el candidato popular subrayó que dejar de mantener el bloqueo no implica apoyar a ningún Gobierno. «Si el principal partido de la oposición no quiere construir, al menos que no bloquee», sentenció el líder del PP tras el encuentro.

Porque desbloquear no es apoyar al PP, sino únicamente permitir que haya un Gobierno de una vez, apostilló.

Rajoy no habló con Sánchez de si éste prevé presentar una alternativa de izquierdas después de su previsible fracaso de este viernes. Ahora bien, sí que quiso advertir y dejar claro que cualquier otro intento de gobierno que deje fuera a los populares puede llegar a ser «numéricamente posible», pero inviable en la gestión.

«No hay alternativa viable más que otras elecciones», concluyó el candidato del PP.