Política

Santiago de Chile

Ofelia Acevedo: «Creo que nunca podrá contar lo que realmente ocurrió ese día»

Viuda de Osvalo Payá

Ofelia Acevedo: «Creo que nunca podrá contar lo que realmente ocurrió ese día»
Ofelia Acevedo: «Creo que nunca podrá contar lo que realmente ocurrió ese día»larazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@546dec3d

Ofelia Acevedo, la viuda del fundador del Movimiento Cristiano de Liberación, Oswaldo Payá, se alegra por el próximo regreso de Ángel Carromero a España aunque todavía sufre la pena de la desaparición de su marido en unas circunstancias, en su opinión, todavía oscuras.

–Ha solicitado entrevistarse con Ángel Carromero antes de su vuelta a España para cumplir el resto de la condena impuesta en Cuba. ¿Qué le preguntaría?

–Tenemos derecho y necesitamos hablar con Ángel Carromero. Él y el ciudadano sueco Jens Aron Modig fueron las últimas personas que vieron a Oswaldo con vida. Me gustaría preguntarle qué ocurrió exactamente ese día. Pedí verlo antes de que se vaya, pero ni siquiera tramitaron mi solicitud.

–No oculta su rechazo a la versión oficial, según la cual Payá y Cepero murieron en un accidente de tráfico causado por la «conducción temeraria» de Carromero, quien conducía el vehículo en el que viajaban los cubanos y Aron Modig. ¿En qué se basa?

–Conocemos los métodos del régimen y todavía pensamos que la muerte de mi marido no fue casual. Fuimos amenazados de muerte antes del supuesto accidente. Estoy convencida de que Carromero es inocente, por eso reclamo una investigación independiente. Tenemos informes que indican que otro vehículo perseguía al de los disidentes en el momento de la colisión. Me gustaría que cuando llegue a España cuente su versión, aunque, sinceramente, no creo que lo haga. Hay un pacto de silencio entre el Gobierno español y el cubano.

– Pese al fallecimiento de Oswaldo Payá, ustedes continúan denunciando las presiones del Gobierno castrista...

–Sí seguimos sometidos a una vigilancia permanente sobre mi familia, a veces de forma ostentosa, a veces discreta. Aparte de las llamadas anónimas a horas intempestivas, mi hija Rosa María, licenciada en Física, se ha quedado sin su trabajo en el Instituto de Materiales y Reactivos dependiente de la Universidad de La Habana. Después de ser aceptada en ese centro de investigación para continuar con su tesis, le avisaron de que había habido un «error de procedimiento» y le denegaron la plaza. Eso es un pretexto. Además, tampoco la han autorizado a viajar a Roma o a Santiago de Chile, donde fue invitada a asistir a un curso de una semana de duración en la Universidad Miguel de Cervantes.