Ruedas pelig.rosas

Reventa sin estrenar

Reventa sin estrenar
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En 2013 se vendieron en España un total de 1.652.755 coches de segunda mano, un 4,6% más que el año anterior, según los datos que maneja la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam). De estas ventas destacan varios datos: los coches mileuristas, que representan prácticamente la mitad de las operaciones (un 48,7%) y los coches con una antigüedad mayor a los diez años, cuya demanda aumentó un 9,2%. Pero una característica es invariable en la venta de vehículos a lo largo de los tiempos: ni un solo coche de segunda mano de los que se vendió ni en 2013 ni en ningún año anterior era "a estrenar". Por mucho que se busque o rebusque entre anuncios, páginas de internet, negocios de reventa, ferias de ocasión, redes sociales o clasificados es prácticamente imposible, en cuanto a segunda mano, dar con un anuncio que publicite un "coche a estrenar". Y si alguien pierde el tiempo buscándolo se arriesga a ser considerado un idiota. Nadie opta por comprar un coche, pagar religiosamente su precio al concesionario, cumplir con el fisco, matricularlo y acto seguido redactar un anuncio: "Oportunidad: se vende coche nuevo, a estrenar, aún está envuelto en su caja. Es un chollo".

Pero hay un mercado de reventa en el que esto ocurre alguna vez, y es bastante denunciable: el de las sillas de ruedas. Aquí llama la atención que tras "adquirir"una silla de última generación, por ejemplo de la marca Xenon, calificada por los expertos como de lo mejor, se pueda encontrar a la venta en internet bajo el epígrafe de "a estrenar, barata, sin ningún uso, tal como la mandaron". Y aquí está la gran diferencia: en este anuncio pone "como la mandaron", en ningún sitio dice "como la compré". A las personas con discapacidad que necesitan una silla de ruedas para vivir, el médico pertinente se la prescribe y el Sistema Público se la facilita cada cierto número de años. Los modelos que se entregan son en función de la discapacidad de cada paciente, y generalmente se trata de una silla básica, que no suele cubrir las necesidades de los afectados. El catálogo de prestaciones no está unificado en todo el territorio nacional y es diferente según la comunidad autónoma de residencia. Mientras que en algunas autonomías la ayuda que reciben los afectados puede calificarse de ridícula y se ven obligados a desembolsar fuertes sumas de dinero para tener una silla de ruedas medianamente digna que les permita una movilidad razonable, en otras, se les facilita la silla acorde a sus necesidades.
A pesar de ser un colectivo muy castigado por la crisis, también existe la picaresca y, aunque en casos contados, hay quien consigue burlar todos los controles, colarse en el fraude y revender la silla "a estrenar"por alrededor de un 50% de su coste, o incluso menos, cantidad que acaba en sus bolsillos.

No sólo pasa con las sillas de ruedas, también con las handbikes. Aunque estos aparatos no los facilita el Sistema Público y no están en el catálogo de prestaciones, hay quien ha denunciado que tras comprar de segunda mano una de estas bicicletas adaptables a la silla, todavía dentro del periodo de los dos años de garantía que marca la ley, y solicitar los papeles de dicha garantía se encontró con que la persona que se la vendió nunca había pagado la handbike, ni tenía factura alguna de la ortopedia, porque, según reconoció, "la sacó por la Seguridad Social".

En las redes sociales, especialmente en Facebook, es fácil encontrar grupos que hacen una gran labor al centrar su actividad en la venta de cualquier cosa relacionada con la discapacidad a precios muy asequibles, incluso hay donaciones de material que ya no se necesita. La existencia de estos grupos significa una gran ayuda, y a veces la única salida, para personas con apenas recursos a los que les resulta inalcanzable acceder a material básico para desenvolverse en la vida. Pero es tarea de todos, y especialmente del colectivo afectado, denunciar la reventa que provenga de la picaresca o del fraude, porque, además de que el dinero público es de todos, estas situaciones puntuales hacen mucho daño al sector.

ruedaspelig.rosas@pelig.es