Todos en bici

En España el uso de la bicicleta ha aumentado con fuerza en los últimos años. Según la Dirección General de Tráfico el porcentaje de personas que usa la bici para ir al trabajo casi se ha duplicado en sólo tres años. Mientras que en 2008 un 6.8% de la población española usaba la bicicleta para ir a trabajar, en 2011 el porcentaje ha aumentado hasta un 11,9%. A partir de dicho año, aunque los datos reflejan un cierto parón en el número de usuarios, se ha incrementado significativamente la intensidad del uso de este medio de transporte. Esto significa que hay un importante porcentaje de la población que antes usaba la bici de manera ocasional y ahora lo hace a diario. De esta forma la bici ha pasado de ser un objeto lúdico a ser una alternativa al transporte.

Según los datos del Barómetro anual de la bicicleta 2011, dados a conocer en el Congreso de Ciudades y territorios de Ciclistas, celebrado en Niza (Francia) antes del verano, un 87,5% de la población de España sabe montar en bici, pero sólo un 40% la usa con cierta frecuencia, y un 20% de forma habitual. En cuanto a desplazamientos cotidianos, el uso de los ciclos ha aumentado en España de un 17,4% hasta un 30,3% en el mismo período 2008-2011.

Y si los adultos cada vez usan más la bici para ir a trabajar, al gimnasio, a realizar recados, a la Universidad, al Instituto... en el sector infantil sigue siendo un medio lúdico. Muy lejos estamos aún de esos niños que vemos en las películas ir a su colegio subidos en su bici. Se calcula que en Europa hay más de 35 millones de personas que la usan con asiduidad. Y en países como Dinamarca, Holanda, Bélgica o Dinamarca en verano, entre otros, la imagen de sus ciudadanos en bici es parte del paisaje urbano. Y como tal, tienen infinidad de artilugios de todas formas y tamaños para llevar a sus vástagos al cole. Desde carritos muy sofisticados o caseros enganchados detrás o delante de la bici con hasta tres niños dentro, hasta porta equipajes adaptados para los más pequeños, o bicis minúsculas enganchadas al ciclo de los adultos mientras que el niño crece. Y todos estos aparatos son asequibles a prácticamente cualquier bolsillo.

Pero, y las personas con discapacidad? Las denominadas Handbike (bicis de mano, con motor o sin él) que se acoplan a las sillas de ruedas son la delicia de las personas con movilidad reducida, niños o mayores, que se desplazan en silla. Y los triciclos, manejados con las manos o con los pies, son la alternativa para aquellas personas con movilidad reducida que no necesitan su silla para recorrer las calles.

Aunque el mercado de la Handbike en España ha evolucionado de forma vertiginosa en los últimos años y hay muy buenos productos en el mercado, eso sí, a precios elevados, hay un sector que se ha quedado un poco al margen de los diseños de bicis para todos, pero que ya comienza a contar para la industria: los niños que no pueden controlar su propia bici y necesitan que alguien los lleve.

La casa de bicis de más solera de Madrid, Ciclos Otero, dispone de una bici que en la parte delantera en lugar de llevar una rueda lleva una silla de ruedas completa donde los niños con discapacidad "viajan"con total seguridad y confort y disfrutan de las "dos ruedas"junto a su familia. Es un artilugio que nada tiene que envidiar a los que existen en los países europeos más avanzados en cuanto al uso urbano de la bicicleta. Bueno, en una cosa sí: en los precios. Aquí su uso todavía es la excepción de la excepción, por lo que no está al alcance de todos los bolsillos. El tiempo y la demanda favorecerán su evolución.

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