Iñaki Zaragüeta

A toro pasado, todos adivinos

La Razón
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«A cojón visto, macho seguro». Un refrán lleno de expresividad utilizado por quienes predicen lo ya visto o sucedido. Se puede aplicar a numerosos políticos, analistas y contertulios que se afanan en centrar toda la culpabilidad del desastre catalán en Mariano Rajoy «por haber aplicado tarde y sin dureza el artículo 155, y haberse precipitado en la convocatoria electoral». Como si ello fuera la causa de que la sociedad catalana esté prácticamente dividida al cincuenta por cien en separatistas y constitucionalistas.

En Rajoy, mientras sea presidente del Gobierno y del PP, recae la máxima responsabilidad. Desde luego. Responsable sí por el cargo que ejerce. Sin embargo y en mi opinión, la culpabilidad puede repartirse con otros en lo que respecta a las decisiones citadas.

Me explico. Rajoy no podía ni debía afrontar el grave problema en solitario. Era imprescindible la complicidad total del PSOE y, por más que le pesase, de Ciudadanos. Y estas dos formaciones influyeron decisivamente hasta la imposición en cuándo y cómo aplicar el 155. También en la inmediatez de los comicios. Las más variadas circunstancias, coyunturales y tradicionales, han ayudado a la debacle popular, fuera quien fuera el candidato. Le tocó a García Albiol y ni Soraya hubiera evitado la hecatombe.

Lo peor es que el problema va en aumento. Si los separatistas han tardado 35 años en llegar al 47 por ciento de los votos, se tardarían otros tantos en volver al 20 por ciento. Y eso siempre que se aplicaran las políticas constitucionalistas como han hecho los secesionistas durante estos decenios. Si no, por lógica, el índice seguirá subiendo. ¿Hasta dónde y en cuánto tiempo? Así es la vida.