Angel del Río

Abra los ojos, alcaldesa

La Razón
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Hay razones que se caen por su propio peso; hay evidencias que no puede esconder la demagogia. La basura en las calles se ve, se pisa, hasta se huele, existe, por mucho que se quiera hacer ver todo lo contrario. Hace unos meses, la alcaldesa, Manuela Carmena, dijo que la circulación y la limpieza viaria habían mejorado en Madrid desde que ella había asumido la gestión de esta ciudad. Y volvió a repetirlo cuando hizo balance de su primer año al frente del Ayuntamiento.

No por mucho repetir una mentira, puede convertirse en verdad, porque el tráfico urbano es un caos que sufren cada día los conductores, y la suciedad en las calles es un hecho palpable, a la vista de todos. Entonces le recomendé a la alcaldesa que abriera los ojos, pero no lo hizo.

Han tenido que ser escrutadas las quejas de los madrileños sobre la limpieza urbana para comprobar que ésta ha empeorado con respecto a la gestión de la anterior alcaldesa, Ana Botella, y de ello da testimonio el notable incremento de esas quejas.

Así las cosas, el Gobierno municipal de Carmena no ha tenido más remedio que aceptar lo que es una realidad palmaria: Madrid es una ciudad más sucia que hace un año, y esto se ha manifestado especialmente durante las fiestas celebradas en el distrito Centro, que han propiciado imágenes deleznables del estado estético e higiénico de una ciudad.

Si, como dijeron en su día los responsables del gobierno municipal, el Ayuntamiento puso mecanismos especiales para mejorar la limpieza, éstos no han funcionado.

La ineficacia y me atrevo a decir que la desidia nos han ofrecido una estampa impresentable del corazón urbano de una ciudad como Madrid, que en estas fechas es visitada por decenas de miles de turistas.

Está bien que el Gobierno de Ahora Madrid y de Manuela Carmena abran los ojos y reconozcan lo que todos vemos al pasar por las calles de la capital, pero no es suficiente. Si la ineficacia sigue siendo la pauta de actuación, si no reconocer la situación es una forma de distracción, Madrid seguirá siendo una ciudad mal gobernada, pésimamente gestionada, sucia y atascada. Abra los ojos, señora alcaldesa, y no los cierre.