Gaspar Rosety

«Champions» madrileña

La Razón
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Una vez más, gozamos de la suerte de ver enfrentados a dos de los mejores equipos del mundo en el torneo que más relevancia ha adquirido a lo largo de su dilatada historia. Atlético de Madrid y Real Madrid disputaron la última final de la Liga de Campeones y se vuelven a encontrar, quizá prematuramente, en los cuartos de final de esta temporada. Para el Atlético, disputar la «Champions» y rozarla con las yemas de los dedos encarna, sin duda, una de sus más gloriosas aspiraciones después de dos intentos tan frustrados como frustrantes. La trayectoria reciente del equipo, en especial, desde la reaparición de Diego Pablo Simeone, permite concebir esperanzas para conseguir esa vieja hazaña con la que sueñan todos los rojiblancos.

Sin embargo, conviene considerar que el Real Madrid es el rey de la competición, el club más laureado en la «Champions», el que vive en ella como su escenario natural y en el que se crece de manera única. Nada motiva más al madridismo que la vieja Copa de Europa, la «Champions League». Esta eliminatoria suele producir, y de hecho producirá, un desgaste sobresaliente en ambos equipos. Tanto desde una óptica física como psicológica, los cruces de cuartos y semifinales en competiciones europeas o la Copa de SM el Rey, y llega en el momento más crujiente de la temporada, justo cuando los dos clubes buscan sus objetivos finales en la liga española. Grandes entre los grandes. Este enfrentamiento es una prueba rotunda del poder en Europa de los clubes españoles más importantes, lo que no quiere decir que nuestra Liga sea la mejor del continente.