El desafío independentista

Colau

La Razón
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Ada Colau es un personaje inventado desde una supuesta progresía, imbuida de marxismo y con las ideas más retrogradas y destructivas de Europa. Fue apadrinada por el eterno concejal maragallista Jordi Borja, un reconocido geógrafo urbanista, que destacó como presidente del laboratorio de ideas «Observatori DESC», un auténtico contrapoder en Catalunya, que en siete años (2008-2014) recibieron oficialmente 3,8 millones de euros de dinero público. Ha servido de plataforma para la conquista del poder municipal de Barcelona y desde donde se ha financiado a Colau en su promoción política. El DESC es una plataforma de entidades y personas creada en 1998 para trabajar por los llamados «derechos sociales» –vivienda, trabajo, educación, salud, alimentación– y que se dedica a la promoción de la agitación política, con una importante capacidad de movilización a través de las redes sociales. Colau trabajó durante muchos años en el Observatorio: desde 2007 hasta febrero del 2012, su mano derecha, Gerardo Pisarello, fue vicepresidente del DESC, el tercer teniente de alcalde, el abogado Jaume Asens, fue miembro de la junta, la concejal de Ciutat Vella, Gala Pin, estuvo dos años a media jornada llevando cuestiones de comunicación, Vanesa Valiño –pareja de Pisarello– lo ha dirigido ocho años y Águeda Bañón, que se encargó de comunicación y la web de la organización, es la directora de comunicación del consistorio. Colau ha sido una mujer aguerrida, aunque su personaje tiene un enorme vacío ideológico y presume de no tener estudios superiores, agitadora e idealista, en el 2008 procedía de los movimientos antiglobalización y de oposición a la invasión de Irak. Militante independentista y muy próxima a las CUP, cuando se desató la crisis económica se la orientó hacia la agitación por el llamado «derecho a la vivienda» y supo hacerse popular entre el movimiento contra los desahucios y lideró la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.

Tres personajes complementan la vida política de Colau. Gerardo Pisarello, argentino e hijo de un dirigente de la Unión Cívica Radical desaparecido durante la dictadura militar, fue el vicepresidente del DESC y perpetrador de todos los agravios a la monarquía española y a nuestra bandera. Albano Dante Fachín, un camillero argentino residente en Blanes, fue presidente de Podem Catalunya hasta que lo han echado recientemente por independentista. Y por último Jaume Asens, portavoz de Barcelona en Común, promotor del Manifiesto fundacional de Podemos, secretario de DESC. Los tres proceden de la asociación «Procés Constituent a Catalunya», asociación creada el 10 de abril de 2013 para promover un cambio de modelo político, económico y social que implique el fin del capitalismo y la independencia de Cataluña y dirigidas por dos personajes muy conocidos en Catalunya por sus extravagancias y discursos rupturistas, Arcadi Oliveres y la monja benedictina Teresa Forcades. El proyecto «Barcelona en Comú», que gobierna Barcelona, fue ideado por funcionarios municipales, financiado por fondos públicos y liderado por independentistas. El proyecto que financia y promueve a Colau es el supremacismo y el nacionalismo separatista. Ahora aspira a mayores cuotas de poder, de la mano de uno de los personajes más siniestros y lamentables que han parasitado el viejo principado catalán, Jaume Roures.

No cometamos más errores.