Carlos Rodríguez Braun

Comunismo y carril bici

La Razón
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Hace algún tiempo, los medios políticamente correctos hicieron unas risas a cuenta de Juan José Echevarría, concejal de Unión del Pueblo Navarro en el ayuntamiento de Pamplona. Así empezaba un artículo de «La Vanguardia»: «¿Se puede acabar hablando de la Unión Soviética, los gulags y Corea del Norte en una intervención en el Ayuntamiento sobre el carril bici? La respuesta es sí».

Resulta que el señor Echevarría discutía con el señor Armando Cuenca, concejal de Movilidad y miembro de Aranzadi, formación que confluye con Podemos. El señor Cuenca planteaba propuestas «para transformar la movilidad de la capital navarra», y nada en el artículo de «La Vanguardia» sugería que esas propuestas no eran sensatas. Al contrario, el que aparece como un patente insensato es el señor Echevarría, porque «dio una sorprendente respuesta».

Se hablaba del carril bici y el representante de UPN dijo: «Las utopías, esas que a usted le gustan tanto, han conducido a la Unión Soviética, a Siberia, a los campos de concentración, a 20 millones de muertos, sí, sí... sus utopías, sí, las suyas, a eso conduce la utopía...Luego llegan los talibanes y esas utopías las convierten en férreas realidades. Y claro, construyen la URSS, construyen Corea del Norte... conduce a Cuba y conduce más recientemente a Venezuela. La utopía de la ultraizquierda suya, URSS, Corea, Cuba y Venezuela. Lugares a los que nadie quiere ir ni quiere estar. Lugares de los que se ha huido y que han provocado millones de muertos. Millones, sus utopías». En el diario barcelonés, y en muchos otros, quedó claro que el concejal de UPN había protagonizado la intervención «más surrealista de la legislatura». Y todo parece a primera vista incuestionable: ¿a quién se le ocurre comparar el carril bici con las dictaduras comunistas? Es ridículo. ¿Verdad?

Veamos primero quién es el señor Cuenca, un radical como tantos en Podemos, destacado especialmente en la agitación callejera; esto dice él de sí mismo: «Si tengo que citar las dos experiencias políticas que más me han transformado, diría que son el 15M y la PAH. Estoy tentado de incluir aquí un listado detallado de las transformaciones que me gustaría ver si Aranzadi entrara en el gobierno, pero creo que no sería totalmente sincero. Si os digo la verdad, lo que más me motiva es echarlos. Echarlos a todos y que tengan que buscar un curro como la gente corriente. Que tengan que dejar el coche oficial, dejar de enchufar a sus amigos y ponerse a echar curriculums en infojobs. Y, si por el camino somos capaces de que dejen de privatizar todo lo que tocan para pagar los intereses de la deuda a la banca, pues mejor que mejor. Y si además logramos que las ciudadanas y ciudadanos podamos decidirlo todo, pues aplaudo con las orejas. Pero que se vayan».

Esto, para abrir boca. En próximos artículos desvelaremos la supuesta abnegada inocencia de «la bici comunista».