Ely del Valle

De error en error

Nadie esperaba que el PP reeditara anoche los resultados de 2012, pero el 26 por ciento de los votos obtenidos son una catástrofe peor de lo que auguraban las encuestas, que lo retrotraen a los tiempos de Hernández Mancha y dibujan un panorama de futuro más que complicado para Mariano Rajoy, que ha cometido, en esta primera cita del año con las urnas, tres errores de bulto: empeñarse en nombrar al candidato equivocado, involucrarse personalmente de hoz y coz en la campaña hasta el punto de convertirse en el rival directo de Susana Díaz, y jugárselo todo a la mejora económica y a la promesa de creación de empleo, olvidándose de que Andalucía es tierra donde la copla cala más hondo que las promesas y las únicas cifras que se entienden son las que tienen que ver con las subvenciones.

Las cuentas son sencillas: el PP ha perdido los 9 escaños que se ha llevado Ciudadanos y otros 8 que han pasado al PSOE, que a su vez los pierde en favor de Podemos, que suma, además, los 7 que se deja IU en el camino. Así de simple. En 2012, los populares consiguieron, en una ocasión única, hacerse con un voto prestado que no ha sabido conservar, en gran medida porque no ha sido capaz de neutralizar el mensaje del PSOE enfocado a quitarse de encima la responsabilidad de los recortes en materias transferidas y cargándole con el muerto al Gobierno central. Lo único que le queda ahora por delante es tragar saliva, pasar página y ejercer una oposición contundente, que es para lo que los andaluces le han votado. Que nadie se equivoque.