Restringido

Déficits democráticos

La Razón
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El 10 de septiembre Societat Civil Catalana presentó en Madrid el informe «Déficits de calidad democrática en Cataluña». Justo unos días antes se publicó una carta, «A los españoles», cuyo primer firmante era el presidente de la Generalitat, Artur Mas. La misiva dice que «para dar lecciones de democracia a los catalanes hay que tener mucha audacia». Nosotros, con este informe, no pretendemos dar lecciones a nadie –y menos «a los catalanes», como si fueran un bloque monolítico–, pero sí plantear serias objeciones a la idea de democracia que subyace en la propaganda y en la praxis del separatismo catalán.

Consideramos muy grave lo que está aconteciendo en nuestra comunidad, donde el Gobierno de la Generalitat y otras instituciones y autoridades públicas catalanas han dejado de actuar en su condición de autoridades e instituciones españolas, con la desvinculación del Gobierno de la Generalitat respecto al ordenamiento español, que se inició con la creación del Consejo Asesor de la Transición Nacional (CATN), que continúa con el impulso de las denominadas estructuras de Estado, y que tendrá su fin con la declaración unilateral de independencia.

El plan que diseña el CATN implica que la Generalitat se convertiría en la autoridad soberana en el territorio del nuevo Estado que se pretende impulsar. Para ello empezaron con la elaboración de la ley de consultas y la pretensión de realizar un referéndum sobre la secesión de Cataluña. Resulta reprobable que una autoridad pública, y además, la convocante de las elecciones del 27 de septiembre, manifieste que su posición respecto a tales comicios no es la que se corresponde con la legalidad española, y que además ha explicado que su propósito es la confrontación con el Estado español, y a este fin no ha dudado en buscar aliados en el exterior que pudieran ser útiles en la tarea de forzarlo a autorizar la celebración de un referendo de autodeterminación.

En caso de que se produjera la secesión de Cataluña, los ciudadanos catalanes verían alterado su status jurídico y reducidos sus derechos y libertades al dejar de ser ciudadanos españoles y europeos. Además, en el ámbito local, resulta especialmente llamativa la vulneración del principio de neutralidad institucional.

La adhesión de los municipios catalanes a la AMI, la abrumadora presencia de esteladas en edificios oficiales y espacios públicos, combinada con la retirada y el desprecio más absoluto a la bandera española, ejercen una presión simbólica sobre los ciudadanos, que contribuye a explicar la espiral del silencio existente en Cataluña.

A silenciar al discrepante –y, por tanto, a anular un auténtico debate democrático– contribuyen también algunos medios de comunicación en Cataluña, todo ello combinado arteramente con el supuesto regulador independiente, el Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC), que ha dado muestras más que evidentes de falta de calidad democrática, y al reforzamiento del sentimiento separatista contribuyen, sin duda, las importantes inyecciones económicas que realizan las administraciones públicas a algunos medios privados.

SCC quiere alzar la voz para poner en evidencia que existen graves déficits democráticos en esta comunidad, claramente agravados por la deriva separatista de la que Artur Mas tiene una responsabilidad evidente.