Cine

Hollywood

Desde que mi nombre me defiende

La Razón
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Éste el sugestivo título de la novela de Paco Reyero que acaba de editar la Fundación José Manuel Lara. En ella se narra la historia en España de un joven americano de nombre Clint Eastwood, que aterrizó en Almería desde Italia, donde buscaba una oportunidad en el cine. A primeros de los años sesenta trabajar en una serie televisiva, como había estado haciendo en su patria Clint, solo servía para esperar que alguien del cine te viese y le resultaras interesante o para sobrevivir económicamente un par de años, algo semejante a lo en los referidos años era en España una folclórica de serie B. Si después de un par de años recorriéndose todos los pueblos de este estupendo país, y dejándose el culo en los duros asientos de madera de un vagón de tercera, no pasaba nada, estaba condenada a sufrir la eterna pena de no ser cabecera de cartel en el teatro Calderón de Madrid o en el San Fernando de Sevilla y pasar la vida en un estado de envidia constante. El joven y atractivo americano consigue que Sergio Leone, un director que empezaba a tratar que el spaghetti western en vez de descrédito tuviese brillo y esplendor, lo tomara como protagonista de «Por un puñado de dólares». No esperaba nada de Clint, pero descubre que mira a la cámara de forma que inquieta al espectador, así que repite con él en «La muerte tenía un precio». Son películas con pretensiones y poco dinero, con posibilidades de no llegar nunca a las pantallas. Esta última consigue éxito y esto hace que para su tercer proyecto tenga gran presupuesto, caballos a cientos, miles de extras... Cuesta, pero esta película sí consigue buenas criticas y dinero en las taquillas. Quien sale más beneficiado es Clint Eastwood, que ya tiene por fin un nombre que le defienda en Hollywood. Allí se convierte en estrella como intérprete, más tarde en guionista-productor y en director de culto, premios Oscar y con infinitos éxitos. Esto lo cuenta Reyero a pie de obra, recorriendo bares, pueblos, hoteles y desiertos en España y América. Consiguiendo que, de forma que recuerda al reportero , consiga que nos embarquemos en la forja de un astro universal.