Editorial Planeta

“Después del amor”

La Razón
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Éste es el título de la novela de Sonsoles Ónega, ganadora del Premio Fernando Lara 2017. Todo apuntaba a libro de éxito. Esto empezó a rodar con el prestigioso premio, que se otorgó en bellísima noche, teniendo como magnífico decorado el Alcázar sevillano y la música de las campanas de la Catedral de banda sonora. Con semejante montaje, la historia tenía ya un AVE directo al éxito. Así ha sido, enseguida se ha puesto en los primeros puestos de ventas, cuestión que para algunos pretendidos exquisitos de las letras es un signo de banalidad. Como si alguien escribiera sus historias para que no tuviera lectores. El día 20 del presente mes la autora del referido libro lo presentará en otro marco lleno de historia: la sede de la Fundación Cajasol. La novela, que tiene el añadido de estar basada en una historia real, es de las que te pones una tarde a leerla y a media noche tienes que gritar: «Por favor, que me arranquen el libro de las manos, que mañana madrugo y no me acostaré hasta terminarlo, que eso puede ser sobre las 6 de la mañana». Así te atrapa. En el fondo es una gran historia de amor, rodeada de impedimentos. Además transcurre en un momento histórico de una Barcelona convulsa, como el resto de España.

Ayer estaba devorando un capítulo, donde se narraba algo que puede estar a punto de volver a pasar: el 6 de octubre de 1934 a las 8 de la noche, el presidente de la Generalitad de Cataluña, desde el balcón principal del edificio de la presidencia declara el estado catalán. Lluís Companys contaba con 3.000 guardias, incluidos los Mossos, más otros tantos elementos armados. El general Batet, capitán general de Cataluña, recibe la orden del presidente del Gobierno de España Alejandro Lerroux, con el beneplácito del presidente de la República, sin titubeos, sin Tribunal Constitucional, sin más avales que la Constitución vigente. Lerroux ordena a Batet que declare el estado de guerra. En 10 minutos las deserciones en el bando de Companys son totales. Éste se rinde, y junto a todos sus más próximos, es encarcelado en un barco atracado en el puerto. Diez minutos, diez, duró el estado catalán. Ojalá pase algo parecido en estos días de desafíos sin treguas por parte del independentismo catalán. Como verán, el libro de Sonsoles Ónega es de obligada lectura.