FIFA

El cascabel de la FIFA

La Razón
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Amnistía Internacional y asociaciones como Human Rights Watch (HRW) han calculado que por cada partido del Mundial de Qatar –que se celebrará en 2022, si la FIFA no lo remedia– habrían muerto unos 4.000 trabajadores durante la construcción de los estadios, levantados en condiciones infrahumanas. Mano de obra barata, de Nepal, de India, de Bangladesh, de Filipinas; temporeros hacinados en barracones insalubres; jornadas de 12 horas siete días a la semana, soportando temperaturas de hasta 50 grados en verano, y empleados por un sueldo mísero en el país más rico del mundo. La renta per cápita de un catarí está calculada en 106.000 euros anuales –el doble que en Estados Unidos o el triple que en España– aunque si la tabla se aplica exclusivamente a los nativos, que son el 18 por ciento de la población, la cifra alcanza los 600.000 dólares anuales.

Los «trabajos forzados» de Qatar, esos doce muertos semanales (600 al año), si han llamado la atención de FIFA lo ha disimulado muy bien. Si Gianni Infantino, como se supone que hizo su antecesor Joseph Blatter, ha mirado para otro lado al recibir el informe de la masacre, con el que le ha llegado de Rusia es posible que ni haya pestañeado. Comienza la Copa Confederaciones y HRW denuncia en un informe que en la construcción de los estadios rusos han perecido 17 trabajadores. En este caso, trabajar a 25 grados bajo cero ha sido una de las causas de los fallecimientos. Y a la FIFA no hay quien le ponga el cascabel. Le da igual Qatar que Rusia. Manda don dinero.