Julián Redondo

El cumple

La Razón
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El pájaro dispara a las escopetas. El padre de Neymar fotografía a los periodistas que aguardan en la puerta de un restaurante-discoteca barcelonés la salida de su hijo. ¿Por qué?, preguntaría Mourinho. Es el vigesimocuarto cumpleaños del futbolista que mayores expectativas despierta, el señalado como sucesor al trono de Leo Messi. Ha celebrado el aniversario rodeado de amigos y el papá pierde la compostura y los nervios y se lía a mamporros con quienes a esas horas todavía trabajan, mientras él se divierte.

Es normal que le duela la cabeza por las trapacerías que ha elaborado para engañar al Santos, a DIS, a la Hacienda de su país y a la española, con la necesaria colaboración de quienes le han seguido en la trama o se la han propuesto sin que él se desmarcara. La avaricia rompe el saco, ya se sabe. Que esté alterado por ese abono que le han dispensado en los juzgados no hay que descartarlo. Que le dieran garrafón es harto improbable. Entonces, ¿por qué ese desmedido cabreo repentino?, cuestionaría José Mourinho.

Con su mala leche habitual, en plena euforia barcelonista Piqué recordaba el cumpleaños de Ronaldo en 2015, que coincide el 5 de febrero con el de Neymar: «Kevin Roldán, contigo empezó todo». Y ahora, me pregunto yo, no Mou, ¿empezará algo diferente en el Barça con la salida de pata de banco del papá?

El cumple de Cristiano, en cierto modo, aceleró el descarrilamiento del Real Madrid la temporada pasada; el de Ney, y el correspondiente escándalo, podría ser otra excusa de Sénior para salir zumbando de la Ciudad Condal con el tesoro, harto de los conflictos que provoca y para los que se pinta solo. ¿Todo empezó en Nuba? El tiempo lo dirá.

Juega esta tarde el Real Madrid de Zidane en Los Cármenes frente al Granada; frase del técnico rival de los blancos, José Ramón Sandoval: «Ellos se juegan la gloria; nosotros, la vida». Lapidaria.