Podemos

El destierro podemita

La Razón
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Las consecuencias de enfrentarse al líder de Podemos y perder, no se hacen esperar. El Sr. Pablo Iglesias tenía prevista la venganza hace tiempo. El famoso «jaque pastor» que, como se ha sabido, era el nombre que recibía la rebelión interna orquestada por los errejonistas, tenía como objetivo la sustitución del Sr. Iglesias, ha terminado con la del Sr. Íñigo Errejón.

Dejará de ser portavoz parlamentario del partido y la Sra. Irene Montero, sin duda el poder emergente en la organización podemita, será su sustituta. Los errejonistas quedarán en absoluta minoría, con tres sillas de 15 en la nueva dirección.

El Sr. Errejón se rinde después de ver cómo sus tesis quedaban aplastadas por el líder en Vistalegre II y acepta aquello que había rechazado hace un par de semanas: la candidatura a la Presidencia de la Comunidad de Madrid.

De momento, le dejan lejos de la política nacional y le obligan a enfrentarse a la plaza electoral más difícil de toda España. Es sabido que lo que sucede en la capital nunca es ajeno al resto del país, Madrid es el auténtico escaparate.

Sin embargo, cuando un dirigente se presenta y pierde en Madrid, la maquinaria mediática y partidista le despedaza. Es una manera de distribuir responsabilidades. Incluso un líder nacional se la juega en Madrid, algunos opinan que el Sr. Pedro Sánchez salió peor parado, en mayor medida, por la cuarta plaza obtenida en la Comunidad Autónoma que la propia derrota cosechada.

También puede ocurrir que el candidato local navegue con viento a favor y gane las elecciones. En ese momento se convierte en una pesadilla interna para la dirección nacional, ejemplos claros los hemos visto en todos los presidentes regionales.

De la jugada del Sr. Iglesias en su particular juego de tronos podemos concluir varias cosas:

La primera que, para él, la Comunidad de Madrid es un castigo, un lugar de destierro.

En segundo lugar, que le importan muy poco los procesos de elecciones primarias, cumplir sus deseos lo es todo. Si quiere un candidato, lo pone y punto, si no le gusta, lo quita.

Tercero, que intenta usar a su rival como escudo. Si salen mal las elecciones en Madrid no es culpa del giro comunista podemita, sino del moderado Errejón. Si salen bien, es gracias a la visión estratégica del líder.

En cuarto lugar, y desde luego, es colateral porque no es la intención del Sr. Iglesias, ha acelerado el proceso de fortalecimiento del PSOE en la región de Madrid. Competir con el Sr. Errejón, requiere mayor destreza política que la que ha mostrado la dirección actual. La alcaldesa de Getafe deberá centrarse más en no perder las elecciones en su ciudad y olvidarse de la región y el portavoz parlamentario pasará sin arrugar el cuero de su escaño, dejando paso a nuevos equipos.

En último término, lo más importante es lo que se le ha escapado al Sr. Iglesias, el futuro de la izquierda política se va a jugar en Madrid, el PSOE está en recuperación y tendrá cuidado con sus decisiones, porque de ellas dependen su futuro. Una eventual victoria electoral socialista sumergirá en el margen radical minoritario a Podemos y, por tanto, a los dos rivales, al Sr. Errejón, pero también al Sr. Iglesias.