El desafío independentista

El enterrador

La Razón
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Puigdemont confunde la astucia con la estulticia y esa «dislexia selectiva» ha acentuado su yo mostrenco. Quiso jugar con el alambique del verbo en su discurso y le salió veneno para el independentismo. Engañó a sus socios y se asomó al abismo para dejar al aire su cobardía. Rajoy ha pedido que le señalen si hubo picadura de serpiente para responder con la dosis de choque. Ya no estamos para anestesias. Si hay disfunción, y la hay, toca la operación a corazón abierto...y duele. El requerimiento que ha salido del Consejo de Ministros es el primer paso de esa respuesta por construir que es el artículo 155. Ese artículo si se pone en marcha termina sí o sí con el President de la Generalitat. Salvo sorpresa y marcha atrás, Puigdemont ha perdido su oportunidad para su parroquia, llegó tarde a su cita con la historia y dejó un esperpento que luego hubo de pasar a firma. No es una trampa, es la asunción de una derrota. Tiene al movimiento roto y al personal de estacas y esteladas con una depresión equina. Ha roto y agotado el frente independentista. Asume que la CUP se va y la máxima aspiración es sumar a su proyecto a los comunes y Podemos. Con esa poción mágica que el llama «diálogo» y los comunes interpretan como discurso de refuerzo. Ada Colau ya tiene su escenario soñado, la de ser la elegida. Cuando en la reunión con los alcaldes «indepes» actuó de madrina y reina madre presentó su candidatura para ser «líder» de los restos del naufragio. Puigdemont está solo, alguien le comentará que va desnudo, que su traje de enterrador le convoca a su sepelio político. Está muerto pero él hace como que no se entera con trucos de palabras. Todos se la han jugado. Él quiere trabajar en la vía del «derecho a decidir» cuando sus socios tiran ya para «la vía Roures». Por eso es importante el papel que el socialismo ha jugado en todo esto. Estar con la Constitución y con el escenario para su reforma es la única garantía para que no pongamos en peligro la evolución política y social de este país con todos sus avíos. La vía constitucionalista está reforzada y esa es una buena noticia para un día como hoy.