Selección Española

El goleador

La Razón
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Aislado de presiones, objeciones y críticas aviesas o, en el mejor de los casos, edulcoradas, Julen Lopetegui trazó el rumbo de la campeona del mundo que salió trasquilada de Brasil. Del Bosque retocó la herencia de Luis para seguir creciendo y Lopetegui saneó la herida en carne viva para no perecer en el intento. Hizo descartes, recuperó e innovó, sin perder de vista el vivero de la sub-21, su ojito derecho. Añadió variaciones tácticas al equipo, lo refrescó y le dio otro aire sin renunciar al estilo que nació del Sabio. Convocó a Pedro, aquel futbolista que se fue al carajo por no asimilar la suplencia, y ahora ha llamado a Villa, el goleador histórico de la Roja (59 tantos), cuando, sobre el papel, estaba desaparecido en el exilio dorado del campeonato estadounidense.

Para James Bond el mundo nunca fue suficiente y para España un empate frente a Italia no debería asumirse como mal menor. Hay que ganar. Es preciso. Tan necesario como recuperar el terreno perdido y abrillantar la estrella que corona el escudo de la Selección con un clasificación inmaculada. Y en eso emplea el tiempo Julen. Con Diego Costa dedicado a la vida disipada en Brasil mientras Chelsea y Atlético negocian, entre las opciones que ha manejado el seleccionador para reemplazar al ciudadano más famoso de Lagarto ha encontrado la solución en una liga menor, la MLS, con un ariete que allí resulta demoledor, Villa. La convocatoria ha sorprendido al «Guaje» en su retiro y acude con ánimos renovados. Podría pensar que va a ser titular, a qué le llaman si no, pero asume el banquillo. No es Pedrito.