María José Navarro

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La Razón
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La DGT nos ha aconsejado llevar unos paquetitos en el capó para cuando caiga una nevada. Las nevadas en España son de uvas a peras así que nos comportamos en cuanto aparecen cuatro gotas o cinco copos como si fuéramos somalíes y no sabemos solventarlo en absoluto. No será para tanto, menuda chorrada, ya verás como luego no pasa nada que son unos exagerados, a ver si me van a enseñar a mí cómo voy a tener que resolver una mierda de frío y que tampoco es tanto que yo he ido al estadio José Zorrilla y aquí estoy. Bien. Llega la nevada y resulta que nos encontramos como bebitos en cuna. No llevamos ni una mantita, ni un agua para los chiquillos, ni un cargador para el móvil y, si me apuran, hasta nos resulta difícil encontrar el número de emergencias. El caso es que nos ha dicho la DGT (aunque después se arrepintió y borró sus consejos de Twitter) que lo más normal sería llevar hasta dieciocho elementos. Una radio, un silbato, una linterna, el cargador del teléfono, el mismo teléfono (que por cierto, no creo que necesitemos de Tráfico para recordar que hay que llevarlo encima porque es móvil, mó-vil), manta, gorro, guantes, barritas energéticas, botiquín, traje de agua, un no se qué para el remolque, una pala, un cable de carga para la batería del coche, una caja de herramientas, cadenas, triángulos. Lo que más me gusta es lo del pito. Vamos a ver, degeté, si yo voy a hacer Ávila-Madrid, entienda que no vaya como el que va a la Guerra de Vietnam, no sé, que esto no es Laponia, que tampoco tenemos por qué saber de nevadas extremas y sobre todo, que no lo vamos a saber por sus previsiones porque tampoco es que sean excesivamente puntillosas ni que sean rigurosas hasta confiarles tu vida. Que tú vas por la carretera y te ha caído lo más grande y en los paneles aparece un «posibilidad de nevadas» y te dices para tu adentros: menos mal que me lo advierten porque yo lo que noto es un calorón. Miren, amiguitos, adviertan con tiento, prepárense para lo que toca, sean diligentes, rápidos, previsores, tengan Vds todos esos 18 elementos, que nosotros ya nos ocupamos de calmar a nuestros niños y de maldecir por no llevar cervezas cuando la nevera está fuera.