Marta Robles

Ella lo logró

La Razón
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Hay noticias que, de tan leídas, parece que dejan de serlo. Entre ellas las referentes a las mujeres explotadas sexualmente. Son captadas en sus países de origen, engañadas con promesas de trabajo, en edades en las que les correspondería estar en el colegio, y esclavizadas y prostituidas después, hasta que su cuerpo lo aguante.

El negocio es tan rentable para los proxenetas y sus innumerables cómplices, que la red en torno a ellos parece imposible de franquear. Por eso se agradece la campañas de la Dirección General de Policía «Contra la trata no hay trato», que hace atisbar, al menos, una ligera esperanza. Y más aún cuando se acompaña de noticias, que por fin lo son, como que una chica, en las mismas condiciones que las demás, ha conseguido escapar. Es el caso de una nigeriana de 19 años, captada a los 15, prostituida durante dos años en Libia, vendida y revendida en varios destinos y al fin, en nuestro país, donde su «dueña» pretendía que continuara con su «trabajo» para toda la eternidad. La joven pidió auxilio ,hace apenas un par de días, desde los aseos de la estación de Murcia y los agentes de la Policía se lo procuraron y detuvieron a la proxeneta. Es posible que, al final, la malvada vuelva a quedar en la calle. O que no se consiga ir a la cúpula de la red mafiosa, pero solo el hecho de pensar que al menos una mujer pueda haber logrado escapar de ese infierno supone un milagro. Son tantas las que no lo logran, las que se quedan atrapadas para siempre que saber que una, entre millones, está fuera, es algo digno de celebrar.