José María Marco

En la base de todo

La Razón
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A los españoles nos gusta el empleo indefinido y de jornada completa. A diferencia de lo que ocurre en el resto de la eurozona, donde el empleo a tiempo parcial se aprecia más, por las posibilidades que abre, y donde en 2013 llegaba al 22,1% del total, en nuestro país sólo alcanza el 15,08%. No es tarea del Ministerio de Empleo cambiar las costumbres de los españoles, pero este conservadurismo señala hasta qué punto resulta difícil introducir elementos de flexibilidad en algo tan básico como es el trabajo.

Pues bien, la ministra de Empleo y su equipo han logrado instaurar un nuevo clima de diálogo y confianza que ha hecho posible limar rigideces que hasta hace poco tiempo nadie se había atrevido a intentar reformar. Así es como se empezó a crear empleo, hace muy poco tiempo, cuando crecíamos el 1%, mientras que antes había que llegar al 2% para que se creara algún puesto de trabajo.

El hecho indica la importancia del cambio y, más aún, el gigantesco potencial de la economía española si seguimos creciendo en torno al 3 por ciento y se profundizan las reformas ya en marcha en formación, educación y capacitación. Es tradición contrastada que los gobiernos del PSOE no crean empleo, o lo destruyen, y los gobiernos del PP lo crean siempre. Es lo que está ocurriendo otra vez. En los últimos doce meses, ha habido 571.400 personas ocupadas más. Las tradiciones no siempre se perpetúan, claro está. Aun así, resulta poco verosímil que varíe la tendencia de aquí a final de año, y está por ver lo que hará –de llegar al Gobierno– el muy encorbatado Pedro Sánchez, a la cabeza de la muchachada de extrema izquierda. Quien tenga curiosidad, ya sabe lo que tiene que hacer.

Se insiste en que el empleo que se está creando es precario, de mala calidad. Es una falacia. Más del 90% del trabajo lo crea el sector privado: es la confianza la que está en la base de esa creación. Está creciendo el empleo indefinido, que hoy alcanza el 76,4% de los trabajadores, frente al 74,11% al inicio de la legislatura. No aumentan los contratos de duración inferior a seis meses y en 2014 eran escasos los trabajadores con empleos de muy corta duración (7% de menos de seis meses y menos del 1% para contratos de menos de un mes). Esos son los hechos, como también lo es que cualquier mejora será imposible si se detiene la creación de trabajo.