Elecciones catalanas

En qué estamos de acuerdo

La Razón
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Las elecciones catalanas sobrevuelan la celebración del aniversario de la Constitución. Aun cuando existe un consenso mayoritario alrededor del gran servicio que ha prestado, las declaraciones sobre su reforma y las divergencias a la hora de afrontarla son llamativas. Basta prestar oídos a PP y PSOE, las dos fuerzas mayoritarias, para constatar la lejanía de sus posiciones.

Los populares gustan recordar que la modernización y el fortalecimiento del Estado no requieren tocar la Ley de leyes. Bastaría con afrontar cuestiones como la financiación autonómica, las pensiones y la cooperación territorial.

Y es que Rajoy es precavido antes de embarcarse en un viaje a lo desconocido para la convivencia. Por eso, nunca ha deseado tomar la iniciativa. «¡Si no sabes a dónde ir, quédate donde estás!», suele repetir el presidente, dejando claro también que la perspectiva de un referéndum le resulta alarmante. Su temor, lógico, es que el texto reformado no lograse ni de lejos el mismo apoyo que el actual tuvo (el 91,8% votó sí) y dejara el país dividido.

El encaje de Cataluña es lo que lanza al PSOE a enmendar la Carta Magna. El proyecto que defiende últimamente Pedro Sánchez es el de una España «federal» y «plural», «abierta a su diversidad cultural, territorial y lingüística». España plural, que no plurinacional, se matiza a estas horas.

En Cs desean jugar con reglas que les mantengan unidos a PP y PSOE. Pero Rivera cree antes necesario establecer un «perímetro» de seguridad, tal como se hizo cuando se retocó el artículo 135 para garantizar la estabilidad presupuestaria. Porque con el secesionismo en un viaje a ninguna parte y Pablo Iglesias al frente de un Podemos lanzado por el «cuanto peor, mejor» para abrir un proceso constituyente donde todo esté en tela de juicio, parece obligado saber bien qué se desea reformar. Establezcamos primero en qué estamos todos plenamente de acuerdo. Porque, sin un destino común de viaje, ¿para qué emprenderlo?