Enrique López

España, algo más que un estado

La Razón
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Si algo cateterizaba los debates públicos sobre España en los últimos tiempos, así como las referencias a la misma, tanto por algunos políticos como por medios de comunicación, era el uso de la sinécdoque «Estado español» para referirse a España, esto es, designar el todo por una esencia del mismo. Estado español en su sentido estricto es la referencia a la realidad jurídica de España, esto es , el poder público como conjunto de poderes y órganos de gobierno del país. Pero el problema no era esta forma de metonimia, sino que su uso estaba más cerca de una suerte de eufemismo, precisamente para evitar decir lo que para algunos era una especie de oprobio o molestia en el mejor de los casos, la referencia a España. Recordemos que un eufemismo es una palabra o expresión más suave o decorosa con que se sustituye otra considerada tabú, de mal gusto, grosera o demasiado franca. Pues algo hemos mejorado, en la actualidad, las referencias a España son cada vez más constantes y normales en el lenguaje público. La pena es a dónde hemos tenido que llegar para que España y su marca sean algo más que entes jurídicos. Estamos de enhorabuena, porque además de poder usar el concepto de España y sobre todo el de ser español sin tapujos ni complejos, se hace además sobre una base prístina inclusiva, sumando todas las partes en un todo y no excluyendo, esto es, superando la vieja dicotomía de las dos Españas ideológicas y de la existente entre la España central y la periférica; hoy todos formamos parte de un todo en el que caben todos, sin exclusión, con su cultura y lenguas propias, con su forma de entender la propia España, con sus ideologías, incluso con sus excentricidades. Este es el orgullo de sentirse español, sentirse integrado en una amalgama, cohesión o si se quiere mestizaje cohesionado, donde afirmando lo común, son distinguibles sus partes, la heterocomposición. Algunos dicen que la Constitución fue una imposición bajo la amenaza de un golpe de estado, y por ello en el artículo 2 se expresa la unidad de la Nación española como patria común e indivisible de todos los españoles, ¡que equivocados están! El art.1 de la Constitución de 1812 decía que «La Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios» y la Constitución de 1931 expresaba en su artículo primero que «España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia», y por ello, la actual Carta Magna, también comienza su artículo primero con la expresión «España». Esta es la realidad histórica, y negarla no es mas que eso, negar la realidad. Recuerdo una entrevista a un conocido cantante español en la que decía que iba a hacer una gira por el Estado español, ante lo cual pregunté por las sedes administrativas donde iba a actuar, comprobando que lo haría en estadios de fútbol y plazas de toros. ¿Sinécdoque o eufemismo? Pues parece que afortunadamente hemos superado estas figuras retóricas para referirnos a la realidad española como lo que es, España.