Juan Gabriel

Fiebre del sábado noche

La Razón
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Este fin de semana hay que desempolvar el disfraz de Tony Manero, pantalón de campana, o de campaña, bien agarrado a la entrepierna, y camisa de cuello infinito abierta a punto de estallar trágicamente para la gran fiesta de los congresos, y los guateques posteriores en el «after hours» de un Madrid canalla, de Carabanchel al barrio de Salamanca. Los Bee Gees siempre funcionan y resucitan a muertos vivientes, eso lo sabe hasta el Dj Paquirrín que tiene a su madre también en la capital blanqueando las letras de Juan Gabriel, en el que para algunos críticos es el mejor disco de lo que llevamos de año. Ahí lo dejo.

Entre la apoteosis eurovisiva de Rajoy en La Caja Mágica, que para eso tiene a Maroto, la pelea de gallos en Vistalegre, a ver quién rima mejor en el delirio del rap, si Iglesias o Errejón, y el acústico de Los Marismeños, que será el encuentro de Susana Díaz con los alcaldes, tenemos un finde de charranes poperos, boxeo de enclenques y sevillanas canasteras. La contraprogramación es inaudita, tanto que puede desentonar que Susana penitencie cuando sabe bien que no se puede celebrar a la vez la Semana Santa y la Feria. Que es tiempo de carnaval y el que no diga ole que se le seque la hierbabuena.

Del Congreso del PP la expectativa señala a si el presidente se pone o no el pijama de supermán y a quién le coloca la capa de «Wonder Woman» o si hay que bautizar de urgencia al niño de Feijóo. Oreja y vuelta al ruedo. La Asamblea de Podemos será puro rock and roll trufado con el punto cursi de Operación Triunfo. El asesinato como una de las bellas artes y la conspiración de los chamanes. Toro Sentado y Harry Potter se dirán cosas que nunca creeríamos. En fin, la clásica y tan socorrida cita de «Blade Runner». Que vayan preparando la letra Los Chicos del Maíz, aunque sea para hacer palomitas. Entre tanto remedo de Bruce Springsteen, Susana, que hubiese querido ser la Lady Gaga de esta Superbowl, se quedará en telonera de regidores acólitos. Ni Pedro Sánchez, tan punki a lo Sex Pistols, se hubiese atrevido, por muchos autobuses que fletara, a dejarse caer en día tan señalado. La andaluza lleva tanto tiempo midiendo que cuando vaya a echar mano del metro le han robado el terreno. Veremos si acabará cantando «Mi suegra como ya dije...», el arranque del célebre tanguillo de los duros antiguos que da pie a El Selu para que Cádiz se harte de reír este año.

Si lo de Rajoy es un punto y seguido ganado a pulso después de un párrafo que duró un año, una subordinada que se leía por turnos, como en el Día de El Quijote, lo de Podemos será un punto y aparte, el final del verano del Dúo Dinámico, la extrema melancolía de lo que pudo ser y no fue. «Stand by me» con fondo de motosierra.