César Lumbreras

Francia «on»

La Razón
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De las elecciones presidenciales que comienzan mañana en Francia dependerá que este país siga «on» y dentro de la UE o que pase a estar «off», fuera. No es un tema menor. Si tomamos como referencia los apellidos de cuatro de los cinco principales candidatos, nuestros vecinos del norte se deberían quedar «on». A saber: Fillon, Macron, Hamon y Mélenchon; la que falta es Marie Le Pen. Sin embargo, con los programas electorales en la mano, las cosas cambian, porque dos de ellos se muestran partidarios del «Frexit», aunque con diferentes modalidades. El peor escenario para la UE y sus países miembros se registraría si tras las votaciones de mañana pasan a la segunda vuelta los extremos, la lideresa del Frente Nacional, Marie Le Pen, y el ultraizquierdista Mélenchon, que, salvando las diferencias, viene a ser el Pablo Iglesias del Podemos galo. Las dos formaciones que encabezan han planteado revisar el modelo de relaciones de Francia con la UE, incluso su salida del club comunitario. Los otros tres candidatos mantienen su apuesta por seguir en la UE y, además, actuando de líderes. Sin embargo, uno no cuenta; se trata del socialista Hamon, que aparece el quinto en las encuestas y a bastante distancia de los demás. Es otra prueba del hundimiento de los socialdemócratas y socialistas moderados en Europa Occidental. Quedan, por lo tanto, el centrista (izquierda) Macron, que ha subido como la espuma en los sondeos durante los últimos meses y el derechista Fillon, cuya estrella ha ido declinando por los sucesivos escándalos en los que se ha visto implicado. Es muy difícil hacer pronósticos por dos razones fundamentales: la primera, que las encuestas han resultado poco fiables en casos como el Brexit o Trump; la segunda, que los sondeos reflejan un elevado número de indecisos, lo que puede cambiar mucho los resultados finales. Así que habrá que esperar a que se cierren las urnas y se cuenten los votos. Lo único claro a fecha de hoy es que Francia se juega mucho en estas elecciones presidenciales a dos vueltas, que también son importantes para España y para que la UE siga «on».