PSOE

Hijaputa, no te ofendas

La Razón
La RazónLa Razón

Igual que mandó al onubense Mario Jiménez a Ferraz para cercenar toda veleidad de imparcialidad de la Gestora, Susana Díaz colocó al malagueño Miguel Ángel Heredia como secretario general del Grupo Parlamentario Socialista, que viene a ser como el comisario político en un sóviet. Un perro pastor está para ladrar a las ovejas díscolas, ¿para qué si no? La adhesión de los cuadros del PSOE-A (ya veremos si los militantes) a la causa de su lideresa está fuera de toda discusión, lo mismo que la habilidad táctica (ya veremos si la estratégica) de ésta. A este Heredia, que ni es gitano ni es caballero como aquel Juan de Dios Ramírez, de Puerto Real, que honró al Congreso con su presencia, le sacaron ayer una grabación pretérita en la que se despacha contra las principales figuras del sanchismo ante unos conmilitones de su terruño. Hace mal, porque el cargo que ostenta se dignifica con una apariencia de neutralidad, pero resulta que en la capital abordan la cuestión desde la óptica equivocada. Otra vez y como casi siempre. Indignarse por ese «hijaputa» con el que se dirigió retóricamente a Margarita Robles es desconocer por completo el habla andaluza, así que nadie debería extrañarse si el votante meridional reniega de estos pedristas tan estirados que se empeñan en darles la espalda. Quienes conocen personalmente a la presidenta de la Junta refieren que utiliza con asiduidad el vocativo «chocho», que no tiene en nuestro Sur ninguna connotación sexual ni discriminatoria. Se puede percibir ordinariez donde otros vemos cercanía, de acuerdo, pero hay que tener la piel muy fina para ofenderse por algo así. A la política hay que llegar insultado. Cosa distinta es la expresada voluntad de Heredia de disolver el PSC: eso sí que es gordo, pero nadie se ha escandalizado.