María José Navarro

La carta

La Razón
La RazónLa Razón

Queridos Reyes Magos: La que montáis todos los años, colegas. Entre que Melchor es más de comprar en las tiendas de toda la vida y acudir físicamente al sitio y tiene un tirón grandísimo, ir a un comercio es entrar en un agujero negro. Tú sabes cuándo abres la puerta pero la cierras y has cumplido un trienio en tu empresa. Gaspar y Baltasar son más de comercio por Internet. No mejora nada. Tú tecleas la web del lugar al que quieres ir a encargarle a sus Majestades los regalitos para tu gente y tampoco mejora. Entre que normalmente no has tecleado los campos obligatorios, que te ha bailado un número de la cuenta, que está en stock y ya veremos, que posiblemente te dé la opción de envío urgente pero que cuando ya has pagado no sea tal y que te comunique que quizá en una semana te llegue, ya te entran los calores de la muerte. Pero es que entras en «ver el estado del pedido del Rey Mago que se esconde detrás de tu cuenta corriente» y es casi peor. Porque cuando necesitas que esos regalitos que anhelas para quedar como un soberano mañana, el mensaje que aparece en tu pantalla es «se está preparando su pedido», o aún mejor «hemos aceptado su pedido». Pero vamos a ver, ¿cómo que lo han aceptado si ya se lo he pagado por anticipado? ¿Es que tengo que pasar un examen, una prueba, me tienen que observar de cerca, echar un vistazo a mi vida, a mis finanzas, quizá un informe psicológico sobre mi mente enferma? Bien, pues cuando todo eso está superado por tu mente enferma, llega el paquete. Has pedido que te lo envuelvan y justo en ese instante en el que lo ves caes en la cuenta de que quizá no fuera buena idea. Porque ahora no sabes qué cosa es qué. ¿Esto era el «Dentista Bromista»? ¿Era esto el «Maletín de investigador»? ¿Esto tiene forma de ser la «Clínica Veterinaria de Barbie»? Así que nada, que solo quería decirles que les admiro mucho su trabajo y tesón y que no se olviden de lo mío. Una faja que me recoja, una depiladora eléctrica, un aspirador para los pelos del perro, una túrmix, una bata nueva que la otra ya ha germinado, una manta eléctrica y un imán pa la nevera con el escudo del Atleti. Buena jornada y que no les pase ná.