Iñaki Zaragüeta

La delincuencia, agradecida

La Razón
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Esperaba excentricidades hacia la izquierda radical de Compromís y de los partidos satélites municipales de Podemos, pero nunca pensé que el PSPV aceptaría regresar a aquel pasado marxista, superado con el órdago de González en el Congreso de 1979.

Por lo que se refiere a la Generalitat, el presidente Puig hace demasiadas concesiones respecto a un programa socialista moderno, vigente en las democracias de nuestro entorno. No creo que estén justificadas. A pesar de que el botín cobrado sea el más anhelado por un político, propuestas como la revelada sobre la futura RTVV carecen de sentido.

Pero se entiende menos que el grupo del PSPV en el Ayuntamiento de Valencia se pliegue a todo, cualquiera que sea el disparate de Compromís y Valencia en Comú como el del último pleno instando a los conductores de la EMT a no avisar a la Policía aunque detecten pasajeros sin documentación o sospechosos.

No sé si Ribó y sus lugartenientes pretenden llevar hasta el límite sus simpatías y sus odios hasta propiciar un efecto llamada hacia el transporte público para la delincuencia, pero Joan Calabuig, portavoz socialista, nunca debe hacerse cómplice de semejantes extravagancias. Ésas son las causas del permanente descenso de su partido en las encuestas.

Ante semejante originalidad, la concejala de Policía, Sandra Gómez, tuvo que comerse el «marrón» de justificar la postura de su partido y, a la vez, defender la actuación de los policías sobre los que el alcalde sembró la duda de comportarse de manera xenófoba. No le fue bien. Mientras, los socialistas tragando. Así es la vida.