LaLiga Santander

La matraca

La Razón
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Terminado el partido en Montilivi, Machín reunió a sus jugadores y les exhortó: «Habéis ganado al campeón de Europa, no lo olvidéis». El triunfo del Girona fue el asalto al establishment; un golpe de estado... al Madrid. Sin trifulcas, sin conflictos, sin asonadas, sólo con fútbol. E ilusión, ambición, acierto y esa porción de suerte que siempre hay que buscar.

Consumada la segunda derrota del Madrid en la Liga (con el Betis, 1-2; con el Girona, 2-1), después de diez jornadas la clasificación presenta al Barça en cabeza, seguido del Valencia, a 4 puntos, y del Real y el Atlético, a 8. Ese puente aéreo que funciona los 365 días del año las 24 horas al día, sigue sin hacer escalas. Pasa de Mestalla, como si al primer traspié intuyera el «Marcelino vete ya», y del Metropolitano, después de los cinco empates del Cholo que le convierten en irrelevante, aunque invicto en el torneo doméstico y con idéntica puntuación que el Real. Hay motivos para considerar que la Liga es una cuestión entre el Barça y el Madrid con algún tertuliano ocasional. Todo lo cual no deja de ser una matraca, en la línea de la que ha denunciado el compañero de celda de Jordi Sánchez, que pidió el traslado –y se lo concedieron– harto de escuchar todo el día una perorata tras otra sobre la independencia de Cataluña. Una condena, vale; pero dos...

Así las cosas, cabe exigir una parte del pastel para Valencia y Atlético, y a éste último, además, que no aproveche los traspiés del Madrid para pasar inadvertido. Meter un gol y recular no es la táctica, según se ha visto; tampoco esconderse tras el vecino.