El desafío independentista

La «molt honorable» señora «Buenasfuentes»

La Razón
La RazónLa Razón

Vaya por delante mi desacuerdo con esa recurrente inclinación de mucho analista bienintencionado por desempolvar posicionamientos ideológicos poco ortodoxos en los progenitores de dirigentes políticos actuales, muchos de los cuales ya se desautorizan por sí mismos con palabras y hechos. Que el abuelo de la nueva «prima donna» del independentismo catalán, Marta Rovira, fuera militante de Fuerza Nueva es sencillamente irrelevante, como también lo es el hecho de que la candidata «in pectore» señalada por el achicharrado Junqueras para convertirse en «molt honorable» no dude en sacar en procesión a su única hija menor en manifestaciones o referéndums ilegales. También esto pertenece al elenco de lo privado por mucho que se corresponda con el síndrome Amilcar Barca, el general cartaginés obsesionado con inculcar a su hijo Aníbal el odio hacia Roma.

Marta Rovira ya se retrata sola con un currículum de paletismo, ineptitud y mendacidad compulsiva en el que su afirmación derivada de «buenas fuentes» sobre una amenaza del Gobierno de «no descartar muertos en la calle». Ni es la primera patraña aunque se lleve la palma por grave, ni probablemente va a ser la última a tenor de la estrategia del soberanismo más rancio y rabioso para embarrar el terreno de aquí al 21 de diciembre. Cuando la dirigente de ERC se escuda en «fuentes solventes» que no especifica, no sólo lo hace bajo la supina ignorancia de que, a diferencia de un periodista acogido al secreto profesional, un político o aporta pruebas o se calla, salvo que pretenda dar trabajo a la Fiscalía. Rovira sencillamente desconoce el valor de la palabra «fuente» y tal vez por ello cree poder manosearla con toda impunidad difamando al estado con el objetivo de salvar la cara de un independentismo mendaz, desenmascarado incluso para muchos de sus «más cafeteros» y no tanto en desbandada como en retirada táctica. La verdad les da tanto miedo que no pueden parar de mentir.

Por ello a quien quiera leer y oír, no le vendrá mal saber de buenas fuentes –estas sí, de las de verdad– a propósito de la interfecta, su papel presionando a funcionarios vía sindicato independentista CSC para no obedecer la aplicación del 155. Intento baldío porque no sólo no ha habido rebelión sino que además la nómina de este mes se cobra con antelación. Buenas fuentes confirman también las patrañas de Rovira vaticinando a estudiantes el cierre de universidades y hospitales públicos por el recorte de financiación desde el Estado «involucionista» y buenas fuentes –nada menos que las actas del Congreso– ratifican que tras la ¿defensa? por parte de Rovira en 2014 del referéndum del 9-N, el resultado fue de 299 votos contrarios frente a 47 favorables. De buenas fuentes, por añadir alguna más entre un extenso elenco procede la estrategia del partido de Rovira de fomentar desde el Govern la inmigracion musulmana en detrimento de esos «panchitos» que sólo hablan español. A la señora «Buenasfuentes» en su compulsiva deriva mendaz sólo le queda ya competir con la otra Marta, ya saben «dedos rotos», la «heroína» del 1 de Octubre.