PSOE

La solución está en casa

La Razón
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Javier Fernández, el dirigente socialista asturiano y presidente de la comisión gestora, ha demostrado con creces que sería, en estos tiempos convulsos, el líder que el PSOE necesita. A su lado, las figuras de los aspirantes Patxi López y Susana Díaz, no digamos de Pedro Sánchez, palidecen. Es mucho más que el hombre que, en las circunstancias más difíciles y en medio de la incomprensión y la crítica de una parte de los dirigentes fracasados, ha conseguido pacificar el partido sin cometer un solo error de bulto, lo que no deja de ser asombroso. Además, con su talante dialogante y realista, alejado de la suicida cerrazón del defenestrado secretario general, ha contribuido decisivamente al desbloqueo de la vida política nacional y a recuperar para el PSOE su papel parlamentario de oposición responsable, capaz de impulsar reformas ý compromisos de gran calado al servicio de la gente. El último comprimiso ha sido el acuerdo con el Gobierno sobre las cláusulas-suelo en las hipotecas de los pisos. Con este cambio de estilo del Gobierno y del primer partido de la oposición se nota ya que está mejorando la percepción de los ciudadanos sobre la política y las instituciones.

Sorprende desde fuera que, con estas credenciales, no haya dentro del PSOE un amplio movimiento a favor de la candidatura de Javier Fernández a la Secretaría General, aunque él se resista, como parece. No van a encontrar otro mejor, es lo que se oye dentro y fuera del partido. La trayectoria política de Patxi López, aun siendo meritoria, tiene muchos claroscuros. Nadie sabe qué pretende Patxi ahora y con quién está o estará. Susana Díaz, tan aireada y cascabelera, tiene no pocos detractores, aunque cuente con Zapatero y Rubalcaba, o precisamente por eso. Sin negarle chispa y habilidades políticas, se duda de su consistencia de fondo a la hora de la verdad. En el arranque por Castilla y León de su campaña trashumante, no le beneficia nada la publicación del sondeo del Estudio General de la Opinión Pública de Andalucía. Resulta que en dos años ha perdido más de siete puntos de intención de voto, y el PP andaluz le roza ya los talones. Y, por si fuera poco, el político más valorado por los andaluces, se supone como en el resto de España, es precisamente, según este mismo sondeo, Javier Fernández, el hombre tranquilo, 69 años, de Mieres, el ingeniero de minas, con pedigrí socialista desde la cuna, procedente de una familia vinculada a la izquierda desde la Guerra Civil, defensor de la unidad de España y que es capaz de pronunciar sin papeles largos discursos, cargados de contenido político y sentido común, sin hacer demagogia ni decir una sola tontería. O sea, estamos ante uno de los pocos políticos en activo que tiene las ideas claras.