Campaña electoral

La tontería de la pinza

La Razón
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Las campañas electorales son un contenedor donde cabe todo. Es posible escuchar cosas sensatas y coherentes, se coincida o no con ellas, pero también despropósitos variopintos, mentiras calculadas y promesas imposibles de cumplir. No importa porque se quedan, generalmente, en el baúl de los recuerdos.

La memoria es muy frágil y nos hemos acostumbrado a este ritual. La política, al igual que la economía, no es una ciencia exacta, aunque ambas disciplinas se estudian, con más o menos acierto, bajo el ampuloso título de “ciencias....”.

La verdad es que incluir este término junto a la política o la economía, como comprobamos cada día, es un insulto a la inteligencia. Con una cierta generosidad lo podríamos aceptar si hablamos de la parte histórica, pero creo en este aspecto sigue siendo más humanismo que ciencia. Dentro de las cosas raras, muy raras, que tenemos que escuchar en esta larga precampaña y que ha cobrado fortuna entre los políticos de izquierda y, sobre todo, entre algunos comunicadores es el término pinza para descalificar al PP y a Podemos.

Por lo visto, que Rajoy y su equipo insistan en las consecuencias que tendría para España un gobierno con la participación de Podemos, como se comprueba con la desastrosa gestión en las grandes capitales, es consecuencia de una pinza para perjudicar al PSOE y Ciudadanos. Menuda tontería.

En esta línea, he escuchado que lo que le convendría al PP es que Rivera sacara un gran resultado y que no conviene molestarle no sea que no quiera pactar. Este análisis tan excéntrico se podría considerar, aunque me seguiría pareciendo una enorme chorrada, si no conociéramos lo que hizo Rivera durante estos meses. A esto hay que añadir que su objetivo es jubilar a Rajoy y humillar al PP, porque son sus rivales.

Esto de la política no es un juego cortés, sino la descarnada lucha por el poder y Ciudadanos quiere sustituir a los populares. No son hermanitas de la caridad, sino más bien todo lo contrario. La errática actuación del PSOE desde las municipales y autonómicas, su olvido de la desastrosa gestión que llevaron a término cuando gobernaban y la inquietante actitud del PSC e Iceta en Cataluña hacen que Rajoy acierte al centrar su campaña en los riesgos del populismo y la incoherencia del PSOE. Con respecto a Ciudadanos no hay nada mejor para pactar que tener un muy buen resultado, porque cuanto más fuerte sea el PP mejor será para la estabilidad y la gobernabilidad.