Leminiscata

Pedro Quevedo, al que le gusta más un micro que el mojo picón, ha revelado al mundo que el Rey está preocupado. Menos mal: imagínense la que se hubiera montado si llega a decir que Felipe VI está con cuerpo de reggaeton... Obviedades aparte, lo que también ha señalado el diputado de Nueva Canaria es que el Rey no descarta abrir un periodo de reflexión antes de proponer un candidato a la investidura. Esto ya es más interesante porque deja abierta la puerta a que las conversaciones desemboquen en negociaciones y estas, a su vez, en acuerdos, aunque para ello, lo primero que tendrían que hacer PSOE y Ciudadanos es dejar de condicionarse los unos a los otros en una absurda lemniscata, que consiste en que los socialistas solo se plantearán la abstención cuando Ciudadanos acceda a dar el «sí», cosa que únicamente ocurrirá si previamente los de Sánchez se pasan a la abstención. Y así hasta el infinito... porque la otra posibilidad, la de que Rajoy dé un paso atrás, no pasa de ser una entelequia. Aunque a algunos se les llene la boca recordando que las nuestras no son una elecciones presidenciales, todos sabemos que en la práctica, cuando se deposita una papeleta en la urna se está votando a un partido, pero también por un presidente con nombre y apellidos. La retirada de Rajoy impuesta por un partido que no solo es mucho menor en votos sino que, a tenor de lo visto, tiende a menguar, sería considerada como una bajada de pantalones impropia de un líder de fuste y una traición a sus siete millones de votantes. Y así seguimos... todos enrocados, todos en sus trece y todos dispuestos a abrir un periodo para que reflexionen los demás... ¿La única solución viable?: que C’s pregunte a sus militantes, a ver si por ahí se desatasca la situación. Mientras tanto, Majestad, no hay más remedio que seguir preocupándose.