Real Madrid

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Los sueños

La Razón
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Errejón acaricia la idea de volar solo, sin la carga ideológica de Iglesias; Aznar, dicho en román paladino, también se independiza, pero de Rajoy, y el TAS considera que al Real Madrid le asiste un cincuenta por ciento de la razón en un asunto de menores que no es menor, el referido a la vulneración del reglamento de transferencia de jugadores que todavía no han cumplido los 18 años. Cuando los exquisitos de la FIFA tiraron por la calle de en medio e implicaron a los hijos de Zidane como si fueran menesterosos, patinaron. No eran víctimas de un complot de intermediarios decididos a forrarse con el presunto talento de niños futbolistas. Ni el Barcelona, perplejo porque a falta de otras pruebas considera que le han medido con rasero diferente al del Madrid en este turbio asunto, ni el Atlético, que acordó tácitamente con los acusadores no levantar polvo para que al revisar la sanción de dos mercados sin fichar los jueces fueran generosos, han incorporado a su disciplina niños con alguna tara física. Los coreanos del Barça apuntaban maneras y alguno ya era comparado con Messi a su edad. Los ojeadores detectan talento y ponen en marcha la máquina de fichar.

¿Se considera explotación educar a un chaval sin fortuna ni futuro en La Masía, a cambio de sus cualidades balompédicas? Niños silvestres que adquieren formación; padres que con el diamante sin pulir otean el horizonte y ven perspectivas de futuro alejadas de la miseria porque el hijo nació con un don que el común de los mortales ni sueña. Imaginar una vida más plácida no es pecado sino una aspiración elemental que, en el caso de estos menores, puede cumplirse. Soñar está permitido; pero dentro de la Ley.