Paloma Pedrero

Los tres amores

La Razón
La RazónLa Razón

Según el filosofo chileno Claudio Naranjo hay tres tipos de amores: El amor erótico, el amor compasivo y el amor admirativo. Básicamente se corresponden con tres cualidades predominantes. El amor deseo, sería el amor de hijo; el que quiere tomar, el que necesita, el que recibe. El amor compasión es el amor maternal; el que da, el que protege, el que crea. El amor admirativo es una personificación de lo trascendente, es el que tiene que ver con el aprecio, con el embeleso, con el respeto y con los ideales. Lo que nos dice Claudio, como buen maestro, es que en la mezcla de los tres está el acierto. Y, que sin embargo, la mayoría caemos en un solo tipo de amor que nos hace incompletos en el arte más difícil de la vida. Es normal también que exista un recorrido según vamos viviendo y teniendo experiencias. Cuando eres niño o joven, con la ignorancia y el instinto como motor, el amor erótico nos enreda y domina. Escuchamos al cuerpo y, a no ser que nos repriman, cosa habitual, la vida es un camino de vino y rosas. El presente manda. Después crecemos y hay que sentar la cabeza. Se proyecta hacia el futuro, se reconoce la muerte, se comprende que dar es muy placentero. Este amor caritas es el amor matriarcal; el otro es mi yo. Por último está el amor philia o admirativo que es lo que uno busca en la amistad, que va de la aceptación, la estima y el respeto, hasta la admiración y, por último, puede llegar a la adoración. Yo reconozco tenerlos separados y haber perdido el amor erótico por el camino. ¿Dónde estás tú?

es el corazón de la gente de bien.