Ely del Valle

Los tuertos

La Razón
La RazónLa Razón

El mesianismo del que ha hecho gala Pablo Iglesias le está empezando a pasar factura a Podemos, y prueba de ello es que a lo que antaño era una piña se le van cayendo los piñones en una lucha interna al estilo del Far West. Le ha ocurrido lo que les suele pasar a los que se creen intocables: que se les subleva la tropa y ahora anda como las famosas de medio pelo que, después de hacer de su vida un escaparate, piden respeto e intimidad cuando el asunto se les comienza a ir de las manos

Es lo que tiene la política en «streaming»: todo se sabe, todo se ve y todo se comenta. Ahora, coleta morada pide unidad y alerta sobre el espectáculo que él mismo ha montado. Sus golpes de ordeno y mando; el desprecio de «su» Ramón Espinar hacia las primarias que convirtieron a José Manuel López en portavoz en la Asamblea de Madrid; su intento de minimizar a Errejón y sus amenazas veladas de abandonar el barco si no es él el elegido, lejos de atemperar los ánimos los ha encabritado hasta el punto de que «su» Bescansa se ha puesto en jarras completando un cuadro escénico que nada tiene que ver con lo que nos vendieron como «nueva política». Son muchos los que empiezan a dudar si realmente ha sido Podemos el que se ha zampado a IU o es el espíritu de IU y sus históricas tensiones internas el que se ha apoderado de Iglesias y sus muchachos, que a este paso, tienen muchas papeletas para salir tuertos de su jaleado Vistalegre.