Angel del Río

Los vigilantes de la valla

La Razón
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¡Ay! de quién se atreva a dejar residuos depositados en la valla, al otro lado de la valla, en el solar, o en la esquina, porque puede ser abochornado, sonrojado y amenazado de denuncia por su propio vecino. Este será el cometido de las brigadas temporales contra la suciedad, que el Ayuntamiento quiere establecer en aquellos distritos donde la limpieza deseada brilla por su ausencia, y se localizan un buen número de puntos «negros», en el sentido más exacto de la palabra.

La Factoría de Ocurrencias Manuela Carmena ha sacado un nuevo producto llamado «Brilla Usera» que va a tener a este distrito del sur como experiencia piloto. En ella, los propios vecinos, elegidos al efecto y constituidos en brigadas, vigilarán para mejorar la limpieza y pulcritud de las calles. En conseguir este objetivo, no va a invertir el Ayuntamiento más dinero. Le va a salir gratuito, gracias a la fórmula de voluntario, de vigilancia no remunerada de una parte de la vecindad contra la negligencia de otra parte de esa vecindad.

Brilla Usera, y a ese brillo le dará esplendor la figura del chivato, el acusica, del vigilante de la valla o de la calle, lo que puede producir algún enfrentamiento no deseado entre el vecino que reprende, incluso que denuncia, y el del piso de abajo, que no se esmera en mantener limpia la calle. Esto es lo que se entiende como buena vecindad participativa, pero ya hubo otros intentos parecidos de Manuela Carmena, cuando llegó a decir que los jóvenes universitarios podrían hacer prácticas de servicio a la comunidad, saliendo a barrer las calles; o que los niños podían recoger las colillas de cigarrillos distraídas por los mayores sobre la calzada.

Puede que los vecinos de Usera que participen en estas brigadas, tengan una compensación final: participar en un sorteo, para llevarse la escoba de hojalata, o la estatuilla de oro al mejor chivato de reparto.

¡Brilla Usera! Llega «Don Limpio», el vecino voluntario del 4º. Y más tarde, pasará el concejal de guardia para llevar a cabo la prueba del algodón. Y es que, ¡Usera es la pera!