Alfonso Ussía

Messi traslada su sede

La Razón
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Alguien bienhumorado ha escrito que dada la colitis que se ha generalizado entre los separatistas, Dodotis ha decidido mantener su sede en Cataluña. Fuera de bromas, si yo viviera allí, me sentiría consternado. Lo que ha costado tanta inteligencia, esfuerzo y trabajo se va a perder en unas horas por culpa de unos separatistas catalanes que parecen odiar a Cataluña. Se habla de las grandes empresas que cotizan en el Ibex, pero no de las más de cinco mil sociedades medias y pequeñas que ya se han establecido al otro lado de la Franja. Y los centenares de millones de euros de los clientes bancarios que han trasladado sus cuentas corrientes, sus planes de pensiones y sus hipotecas a sucursales que operan fuera de Cataluña. Lógico, porque una loca con los pelos rarísimos de la CUP ya ha anunciado que se intervendrán las cuentas corrientes y se impondrá un corralito financiero. Con una nueva moneda, cuyo valor se desconoce. Eso lo anuncia, lo amenaza y lo manifiesta la representante de un grupo parlamentario catalán que no tuvo ni el 10% de los votos. Pero son los violentos, los que mandan. Ellos, Omnium Cultural y la ANC. Puigdemont es un pobre delincuente deslavazado, y Junqueras, una ambición desvanecida por el Código Penal.

Hoy, martes 10 de octubre –cuando escribo–, la DIU o la DUI se va a producir. DIU es Declaración de Independencia Unilateral, y DUI, Declaración Unilateral de Independencia. Lo mismo. El DIU es también el pequeño espiral anticonceptivo que se acoplan muchas mujeres para no quedar embarazadas, y el DUI, las siglas del Día Universal del Idiota, que se celebra en España todos los días del año. Su Presidenta de Honor es la concejal de un distrito de Madrid, una tal Rommy Arce, que a primer golpe de sonido, no suena mal. Pero de lo que no hay duda es que Puigdemont, que no va a ser detenido con antelación, va a declarar la DIU o la DUI a las seis de esta tarde. Y como consecuencia de ello, la empresa más importante que resta en Barcelona, que es Messi, también trasladará su sede. A Messi un «derby» Barcelona-Terredembarra no le produce ilusión alguna disputarlo.

Hay un notable porcentaje de catalanes que han demostrado una capacidad infinita para ser engañados. «Los bancos y las grandes empresas no se irán», y se han ido. «Nos mantendremos en la zona euro», y no se mantendrán si definitivamente Rajoy y Soraya permiten que se marchen. «Seremos una Dinamarca mediterránea», y tararí que te vi. Y como el «Barça» es una institución voluntariamente politizada y volcada en el llamado «Proceso», su presidente Bartoméu siguió con las mentiras. «El F.C. Barcelona jugará en la Liga que quiera». No, tendrá que hacerlo en la catalana siempre que la UEFA y FIFA la autoricen. Y «Messi ya ha renovado. Su padre ha firmado». Ignoro si el padre de Messi ha firmado la renovación de Messi, pero mucho me temo que Messi no lo ha hecho. Y que de declararse la DIU o la DUI, Messi quedará libre hasta el mercado de invierno, porque los contratos entre clubes y jugadores están amparados por las leyes de España y los estatutos de la Real Federación Española de Fútbol, y con la DIU o la DUI, son papel mojado.

Incluso Iniesta, que termina de renovar su pertenencia al F.C. Barcelona con carácter indefinido, podría instalarse en su Albacete del alma pasado mañana para vigilar de cerca sus negocios vinícolas.

A esto, y a muchísimo más, han llegado los invasores de Cataluña, que no son otros que aquellos que la desean triturada, empobrecida y esclavizada. Una Albania de los años sesenta en la Europa del siglo XXI. Los ejecutores del plan son catalanes, como los centenares de miles que abarrotaron las calles de Barcelona el pasado domingo recordando que España y Cataluña son una misma pasión. Pero ellos no se detendrán. El monigote proclamará la DIU o la DUI hoy por la tarde, y comenzará el barullo. Tanto esfuerzo, trabajo e inteligencia para llenarla, y hoy tan vacía. Cataluña no se merece a estos traidores.