Alfonso Merlos

Militarismo y analfabetismo

La Razón
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¿Viven de la provocación, el insulto, el sectarismo, la propaganda y la ignorancia los jerifaltes de Podemos y sus satélites? Si la respuesta es negativa, disimulan magníficamente. Porque el numerito de Colau es sólo uno más. Pero un ejemplo extremo.

Hay militares indignos, claro que sí. Los que hacen de vulgares mamporreros de regímenes como los de Chávez y Maduro para amenazar, apalear y atemorizar a ciudadanos inocentes. Pero en España, los uniformados a los que se ha encarado la ramplona, indocta y ordinaria alcaldesa de Barcelona encarnan a la institución más valorada en la calle. Con sobresaliente diferencia. ¿Se ha preguntado desde su insolencia infrainformada y neocomunista por qué?

Muy simple. Porque son los militares que ejercen, constitucionalmente, de garantes de los derechos y las libertades de todos. Porque son los que dan de comer y beber a los niños hambrientos y sedientos víctimas de las guerras en Oriente Medio. Porque son los que construyen carreteras y canalizaciones básicas en lugares asolados por el Mal para que las mujeres y los ancianos puedan salir más allá de sus cuevas y sus chabolas para ver algo de luz. Porque son los que, con acreditados conocimientos de medicina, socorren vidas en el corazón de África, allí donde los parias son castigados por los terroristas o los criminales o los mercenarios o los piratas.

¿Ha reparado esta señora en el significado de sus barriobajeras y ofensivas palabras antes de sacarlas de su boca? ¿Sería posible que rectificase? ¿Qué se lo impide? ¿Acaso su soberbia? ¿Tal vez su concepción del antimilitarismo más digna de un parvulario que de una comuna «hippy»? Estamos ante una increpación repugnante. Justo en las antípodas de la educación, el respeto y el decoro de nuestros soldados.