Iñaki Zaragüeta

Nada de juicio político

Podría dedicar cantidad de calificativos a la actitud ante los magistrados del Tribunal de Justicia de Cataluña por parte del expresidente de la Generalitat, Artur Mas, Joana Ortega e Irene Grimau. No lo haré, pero no puedo evitar formularles una pregunta ¿de verdad piensan tener credibilidad al manifestar desconocimiento de vulnerar la Ley cuando decidieron organizar el referéndum desobedeciendo una orden del Tribunal Constitucional? Un poco de seriedad, señor y señoras, las risas para las comedias, no para jueces y ciudadanos.

El espectáculo montado en torno a su comparecencia judicial da para mucho. Fantástico para las imágenes plenas de colorido en la televisión y las fotografías. Pero ¿cómo pueden sentirse satisfechos por la presencia de 15.000, 20.000, 25.000 personas después de haber dado derecho a vacación a los funcionarios que superará sin duda la cifra de 300.000?. Con los asistentes no se llenaba ni la cuarta parte del Nou Camp. Pobre cifra para sustentar «yo también soy Artur Mas».

¿Juicio político, dicen? Juicio político fue, como expresaba mi compañero Toni Bolaño hace unos días, el que le hizo la CUP cuando le excomulgó de la política y lo echó a las evangélicas tinieblas exteriores al vetar su candidatura a la Presidencia de la Generalitat catalana. Sucedió que vulneraron la ley, que es la base de un Estado de Derecho y, en consecuencia, de la democracia. Lo demás, excusas de mal pagador, como dicen en mi pueblo.

En lugar de acusar, deberían dar las gracias de no imputarles otros delitos como el de malversación, que tan claro vemos los ciudadanos de a pie y a los que con seguridad se nos hubiera aplicado. Así es la vida.