Nacionalismo

Ninet, Llach y Otegi

La Razón
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El pasado 17 de mayo compareció ante el Parlamento de Cataluña Antoni Abat Ninet, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Copenhague. Su comparecencia, en la Comisión del Proceso Constituyente, era en calidad de experto constitucional. Planteó como modelo a seguir la Declaración Unilateral de Independencia. Abad subrayó la «legitimidad» del Parlamento catalán para proclamar una DUI y celebrar un «referéndum ratificador» como en las repúblicas bálticas, cuando decidieron independizarse de la Unión Soviética. Abad empezó su discurso con una falsedad: «Me llamo Ninet y hace cuatro generaciones mi bisabuelo proclamó la independencia de Cataluña desde el balcón del Ayuntamiento de Sabadell. Posteriormente, lo fusilaron. Emociona que cuatro generaciones después un Ninet vuelva a estar aquí hablando de esto mismo». Efectivamente, a su pariente lo asesinaron durante la Guerra Civil. Jaume Ninet Vallhonrat (Sabadell 1893- Martorell 1936) militó en sectores republicanos y federales de Sabadell. Dirigente primero del Círculo Republicano Federal y, posteriormente, del Partido Radical de Lerroux, adquirió los terrenos de Can Daví donde, construyó el aeropuerto de Sabadell, y como presidente de la agrupación de metalúrgicos protagonizó un enfrentamiento con los Ferrocarriles catalanes. Gobernador Civil de Teruel, fiel servidor del Gobierno de España, regresó a Cataluña después del 6 de octubre y fue nombrado gestor de la Generalitat en Martorell. Su actuación contra los golpistas de izquierdas le generó odio y rencor, siendo detenido y cobardemente asesinado por los revolucionarios separatistas en 1936. Es decir, no murió defendiendo una supuesta república catalana, sino que ésta lo mató. La comisión en la que compareció Ninet estaba presidida por el bardo Lluís Llach, musa del separatismo. Su padre fue el ex combatiente falangista Josep Maria Llach y Llach, médico y alcalde franquista de Verges (Girona) entre 1950 y 1963, descendiente de una estirpe carlista gerundense. La esposa del doctor Llach y madre del cantante fue María Grande Valle, hija de un inspector de la Policía española y de una rica propietaria de Tarragona. La tía de Llach, María Valle Figuerola, fue detenida por las izquierdas en 1936 por ser la fundadora de la Falange Española de Tarragona. El cantante fue un ardoroso falangista, y él mismo se definía en el libro «Lluis Llach: Companys no és aixó»: «Yo fui un niño fascista... palabras como Imperio, bandera, patria, nación, deber, orden me exaltaban apasionadamente». Los padres del cantante son descritos de esta guisa en el libro «Lluis Llach, sempre més lluny»: «Mi madre no quería que me dedicara a cantar, quería que estudiase. Además, era muy del régimen de Franco. Mi padre era alcalde y luchó con los nacionales de una manera heroica. Había pasado la frontera arriesgando la vida. Era un franquista convencido». Hoy se cumplen 25 años del atentado en el cuartel de Vic, donde resultaron asesinados guardias civiles, mujeres y niños, mientras un silencio de plomo se extiende en Cataluña. El mismo día en que los farsantes Abad Ninet y Lluís Llach comparecían en el Parlament, su presidenta recibía como un héroe a Otegi, condenado por colaboración con la banda armada que puso la bomba en Vic. España es un país curioso, de justicia extraña, mentiras grotescas y gobierno ausente.