Toni Bolaño

Objetivo cumplido

La vida de este cronista empezó ayer a las 5 de la mañana con vuelo de Barcelona a Madrid. La cita con Pedro Sánchez era a las 9. Un averiado «finger» en Barajas se empeñó en cuestionar mi ritmo y mi puntualidad. Después de un encierro de media hora en el avión, un autobús conducido por algún pariente de Fernando Alonso nos llevó a la terminal. En loca carrera, el cronista cogió un taxi pasadas las 8:40. La alegría duró poco. Quedó atrapado en un atasco. Llegar puntual se antojaba un imposible. A las 9:07, descendí del taxi como alma que lleva el diablo y entraba en la sede del evento, cayendo de bruces por no ver el bordillo de entrada. Con un buen moratón y el orgullo herido, me senté en la sala. Intervenía José Antonio Vera, presidente de Efe, como telonero de Pedro Sánchez. A pesar de los pesares, objetivo cumplido.

Sánchez fue al grano situándose entre el rupturismo de Podemos y el inmovilismo del PP. Se echó en brazos de Susana Díaz porque «con las andaluzas empieza el tiempo de cambio que representa el PSOE». Anunció medidas: desbloqueo de listas, creación de un registro de empresas para evitar la discriminación salarial de la mujer, y dio «palo y tentetieso» a Rajoy hasta la extenuación. «Que salga más de Moncloa y no sólo para dar mítines, sino para dar la cara», le espetó a cuenta del desbordamiento del Ebro. Elogió a Ángel Gabilondo y negó con ironía –en respuesta a Pepe Oneto– que haya ido a Génova a pedir que el candidato del PP sea Ignacio González. Rúbrica final. Se zafó con estilo de la pregunta del millón: ¿con quién pactará el PSOE? Respuesta: «Lo importante no es con quién sino para qué». También Sánchez puede decir objetivo cumplido.