Cástor Díaz Barrado

Paraísos

La Razón
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El descubrimiento de los denominados «Papeles del Paraíso» no causa, infortunadamente, sorpresa alguna en la sociedad. Y tampoco los nombres que van apareciendo en relación con este asunto parece que sorprenden demasiado. Damos por aceptado que existan paraísos fiscales y que algunas personas relevantes de la comunidad internacional puedan realizar operaciones económicas en su seno. Esto no significa, no obstante, que no debiera causar estupor y que, en fondo, la sociedad tendría que alarmarse ante sucesos de este tipo. La comunidad internacional ha producido algunos avances en la lucha contra la evasión fiscal y ha puesto ciertas trabas a la labor que realizan los paraísos fiscales. Sin embargo, las medidas que se han adoptado hasta ahora resultan claramente insuficientes y sigue sin existir una firme voluntad política para poner fin, de una vez por todas, a estas prácticas que nos perjudican a todos. Los Estados y territorios que se prestan para este tipo de corrupción internacional deben sentir el rechazo del conjunto de la comunidad internacional y quienes se benefician de estas prácticas deben responder ante la sociedad. No podemos admitir ni la legalidad ni la licitud en el establecimiento de paraísos fiscales y, por lo tanto, deben ser rechazados todos los negocios y operaciones que se hagan en el marco de los mismos. La mera existencia de paraísos fiscales supone un atentado contra el principio de la igualdad y, al mismo tiempo, desequilibra las relaciones entre los estados. Las consecuencias son de mayor envergadura de lo que, en ocasiones, se piensa. La respuesta de la sociedad debe ser contundente con el único objetivo de que desaparezcan los paraísos fiscales. Que el nombre de la reina Isabel II de Inglaterra aparezca entre quienes tienen algún tipo de relación con los papeles del paraíso no sólo nos debe hacer pensar a todos sino, sobre todo, a los políticos y a la sociedad británicos. Ahora es el momento para que la comunidad internacional aborde, con decisión, el fin de los paraísos fiscales.