PSEO, futuro complicado

Ni atraviesa buenos tiempos ni se vislumbran amaneceres diáfanos en un futuro próximo. El PSOE afronta una singladura turbulenta, en la que deberá contrarrestar la beligerancia externa y capear hasta superar las revueltas internas. Ello si se confirma lo que se presagia, la victoria de Susana Díaz como secretaria general. Si gana Pedro Sánchez, las cosas irán peor, quizá sin remedio, para los socialistas y para los españoles.

La presumible llegada de Susana contará con la difícil tarea de restañar heridas en la organización, muchas de las cuales podrían ser letales según sea la disposición de Sánchez vencido y sus huestes. Cómo eliminar la tentación de radicalizarse con tendencia a Podemos será la asignatura a superar. Hoy por hoy, éste no ha demostrado voluntad de retirada a pesar de la derrota, según comprobamos tras la rebelión del Comité Federal cuando todos anunciaron su final político.

Por otra parte, Susana y ese reestructurado PSOE tendrán que diseñar una nueva política que le lleve a erigirse nuevamente en alternativa de poder prácticamente por sí solo, con un programa propio de una democracia moderna y desarrollada.

En se recorrido deberá neutralizar el protagonismo de Pablo Iglesias como estrella de la oposición. Complicado será relevarle en ese papel, con la dificultad que entraña luchar con algo fuera de la realidad, basado en el populismo y la demagogia, y que amenaza lo construido desde 1978, empezando por la propia Constitución.

El análisis de la deriva tomada por España en estos últimos años y a modo de epílogo: «Cuánto daño ha hecho la hégira de ZP». Así es la vida.