Ely del Valle

Que te «calles»

La Razón
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Recibo por Facebook un vídeo que, aunque tiene unos meses, viene al pelo como ejemplo del despropósito en el que están cayendo algunos a cuenta del cambio de los callejeros contemplado en la Ley de la Memoria Histórica.

La grabación corresponde a un pleno del Ayuntamiento de Mijas en el que un concejal de Alternativa Mijeña considera que hay que cambiarle el nombre a la Avenida del Descubrimiento por «las implicaciones políticas de ideología españolista excluyente, que tiene para su megalomanía, que oculta la realidad de la limpieza étnica que los españoles llevaron a cabo». No se pueden decir más memeces en treinta y cinco palabras.

Esta grabación ilustra cómo les funciona la masa gris a algunos políticos de nuevo cuño que pasarán a la historia como la «generación Pringles» porque en cuanto hacen pop ya no hay stop. Empiezan a cambiar nombres y acaban dejando el callejero más pelado que el Kalahari, aunque para ello se tengan que acoger a la teoría de los Seis Grados de Separación que afirma que toda persona está conectada con otra a través de una cadena de conocidos con no más de cinco eslabones.

Sólo así se explica lo de Manolete o lo de Dalí, calificado de barbaridad hasta por Manuela Carmena, que no parece sospechosa de tener, en palabras del concejal Porras, una «ideología españolista excluyente». El desmadre ha llegado al punto que la cátedra de Memoria Histórica ha renunciado a seguir elaborando listas de candidatos al Tipex, casi tan arrepentida de haberse metido en ese charco como Rovira de haber presentado los Goya. Ahora sólo falta que devuelvan los 17.999 euros que han cobrado por este ridículo. Seguro que mañana, a más tardar, la titular de la cátedra hace la transferencia.