Iñaki Zaragüeta

Rebatir las mentiras

La Razón
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Sorprende que el PP esté aceptando en silencio algunas mentiras que sus contrarios, por no decir enemigos, propagan sin pudor con el objetivo de responsabilizarle si finalmente no se llega a un acuerdo para formar el Gobierno de España y el Rey se ve obligado a convocar unas nuevas elecciones. Me refiero, en primer lugar, a la acusación de que Rajoy no ha movido un dedo para intentar configurar una mayoría que le diera los votos suficientes en el debate de investidura. El presidente y su partido han recibido la negativa reiterada, pública y privada, por parte de Pedro Sánchez y del PSOE a cualquier intento de llegar a un pacto. Ese rechazo se ha expresado a veces incluso con modos poco presentables como es el insulto.

La segunda falacia responde a la acusación de no mover un dedo para un acuerdo con Ciudadanos cuando eso era imposible por no alcanzar el número necesario de escaños ante la insistencia socialista de votar «no» a la candidatura de Rajoy y de cualquier otro representante del PP. Esta vía, además, no ha sido excesivamente apoyada por Albert Rivera, como demuestra su inhibición a la hora de presionar al PSOE hacia la abstención y facilitar un Gobierno del PP aunque fuera con sus 123 diputados.

No se ha comportado igual, sin embargo, para volver por pasiva esa operación y que Sánchez accediera a La Moncloa con la abstención popular, demostrando así una querencia mayor hacia la izquierda que hacia la derecha, en una operación inaceptable para los populares y para sus 7,3 millones de votantes y 123 diputados, números muy superiores a los obtenidos por el PSOE. Así es la vida.