Política

Francisco Marhuenda

Recuperar el voto

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No es fácil pero Rajoy puede recuperar la confianza de sus votantes y ganar las próximas elecciones generales con una mayoría suficiente para gobernar. La fragmentación del electorado de izquierdas, que se divide entre Podemos, el PSOE e IU, es una buena baza, aunque insuficiente. No es tiempo para seguir la estrategia del arriolismo, basada en no hacer nada, porque el votante del centro derecha está convencido de que el PP puede remontar en 2015. Es fundamental comunicar mejor sus políticas, pero también cumplir su programa electoral. El origen ideológico de Arriola es el comunismo, que siempre ha considerado que las ideas y la política son meros instrumentos para conseguir el poder. Es cierto que el todopoderoso asesor del PP es una de las personas más inteligentes del panorama político, porque se ha hecho multimillonario ofreciendo recetas simples y obviedades tanto a los líderes del PP como a las empresas que ha asesorado.

El reto ahora es muy distinto, porque los militantes del PP y los simpatizantes del centro derecha esperan mucho más del Gobierno. Son más exigentes. La gran baza de Rajoy es que sus votantes siguen creyendo que es la opción política más fiable y que, además, puede remontar. Este caudal de confianza es extraordinario con todo lo que ha sucedido, y el centro derecha sólo espera gestos para otorgarle una nueva mayoría de gobierno.

En cambio, tanto el PSOE como IU tienen un grave problema con Podemos. Se han convertido en dos formaciones que actúan condicionadas por la irrupción de un partido que no ofrece nada nuevo frente al ideario de IU, pero son caras nuevas que resultan más atractivas. Por más que se empeñen los dirigentes de Podemos, la realidad es que no despierta confianza en el centro derecha. Está bien como estrategia política asegurar lo contrario, pero la realidad es que la izquierda antisistema provoca una enorme inquietud y esa es una gran baza para Rajoy.

El PP obtiene desde hace décadas más de diez millones de votos y la fragmentación de la izquierda le resulta muy favorable. Ni UPyD ni Ciudadanos son todavía una alternativa para el voto conservador de igual importancia que lo es Podemos para la izquierda. Las encuestas ofrecen actualmente un Parlamento muy fragmentado, pero estamos ante una situación coyuntural y que cambiará conforme avance la recuperación. La percepción será distinta en los próximos meses si efectivamente la economía española crece a un ritmo superior al 2,5 por ciento, como indican todos los analistas. Es bastante probable que el porcentaje esté en el 3 por ciento.

La economía es muy importante, porque los principales incumplimientos del PP, junto con el aborto, han estado en este campo. El resto del programa se ha cumplido. La recuperación hará que las reformas y los recortes se entiendan mucho mejor porque se abandonará, además, el pesimismo. Por ello, el Gobierno y el PP tienen que comunicar mucho mejor, porque corren el riesgo de perder votos en beneficio de Ciudadanos, la formación que lidera Rivera.

Los militantes del PP necesitan ilusión y el primer reto serán las autonómicas y municipales. Es fundamental que se nombren los candidatos. Es absurdo demorar la designación, porque son unas elecciones fundamentales para el PP pero también para España.