Alfonso Ussía

Romance del salto

La Razón
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De las litronas en Sol/ al Ritz en tan poco tiempo,/ es el salto que han saltado/ los que saltan en Podemos./ Del llanto del Orinoco/ de Juan Carlos Monedero,/ al exilio de Errejón/ y el escaño de Montero/ es el salto que han saltado/ los que saltan en Podemos./ Tania Sánchez ha saltado/ de la cama al gallinero./ El beso del de «Podem»/ a Pablo Iglesias, sincero,/ e incluso me atrevería/ a escribir que placentero./ Irene se cuida más./ Luce el tipo en sus modelos/ más de niña de Serrano/ que de acampada en el centro/ de Madrid, disimulando/ la marca de sus vaqueros./ Rita Maestre está a un paso/ de cumplir su caro anhelo/ de hablar con el mismo tono/ y con semejante acento/ que el de Tamara Falcó/ o el de Pitita Ridruejo./ Espinar anda contrito/ porque a su papá, el banquero,/ le han caído algunos meses/ de condena –si no yerro–,/ por las tarjetitas negras/ y cosillas del dinero,/ minucias sin importancia/ que se callan en Podemos.

Pero la más avispada/ y mimada del elenco/ de los círculos morados/ es, sin duda, la Montero./ No para de teclear/ mensajes al mundo entero/ desde el guatsap de alta gama/ –casi setecientos euros–,/ que a la vieja y nueva casta/ ha regalado el Congreso./ Irene lleva camino/ de Prada para el modelo/ de Vuitton para los bolsos,/ de Hermés para los pañuelos,/ de Blahnik para zapatos/ de Dior para complementos.../ No se confunda el buen gusto/ con el sentimiento obrero.

Iglesias cuida mejor/ y con mucho más esmero/ desde que es Casta, los brillos/ sedosos de su cabello./ La coleta le cae lacia,/ y hasta yo, que soy hetero/ me pongo como una moto/ cuando de espaldas lo veo./ De frente, ya es otra cosa,/ de frente es bastante feo/ y cuando ríe precisa/ de una endodoncia al completo.

El que no acaba de dar/ –por su timidez, sospecho–,/ el salto al «cashmere» inglés/ o al pelo «beige» de camello/ además de Mayoral/ es Juan Carlos Monedero./ Sigue pareciendo poco/ propenso a lavar su cuello/ propenso a lavar sus dientes/ propenso a lavar su cuerpo/ y esa propensión no encaja/ con la Casta de Podemos. Es muy antigua la espesura,/ es muy viejo el postureo/ del desaliño pensado/ y el recelo del aseo./ Lenin era cuidadoso/ y coqueto en el aspecto./ Stalin, iba de dulce/ con su uniforme soviético./ Chávez brillaba de limpio,/ Kim-Jong-Un, luce perfecto,/ y hasta Maduro en su chándal/. Huele a jabón de los buenos./ Se dice que el Che Guevara/ en Sierra Maestra al menos/ exigía de mañana/ agua fresca en un barreño/ para lavarse la cara/ y refrescarse los huevos./ Un comunista fetén/ jamás huye del aseo./ Habrá que ponerse al día/ de la Casta, Monedero.

Pasean, Serrano abajo/ las muchachas de Podemos/ con bolsas de «El Corte Inglés»/ rumbo a tomarse un refresco/ o una copa de Champán/ en buen establecimiento./ Lamentablemente «Embassy»/ no está en su mejor momento/ pero superado Goya/ y Jorge Juan, y el Museo/ Arqueológico, a la izquierda/ está «Mallorca», supremo/ origen de ricas viandas/ y consomés mañaneros./ Ya vienen, Serrano abajo/ las muchachas de Podemos/ dando saltos de alegría/ y comentarios risueños.

Errejón, apenas salta./ Tania Sánchez, salta menos./ «El que pierda en Vistalegre/ se va a enterar lo que es bueno»./ Han entrado ya en la Casta/ los que por votos, vencieron./ Los derrotados no están/ para ningún cachondeo./

Y luce el sol en Madrid./ En el «Ritz», los de Podemos/ pisan alfombras mullidas/ mientras limpios camareros/ les preguntan ¿Café o té?/ con el debido respeto./ La primavera, estallada./ Y en Lista, Irene Montero/ sale del local de «Hermés»/ con un precioso pañuelo/ que cobija a los lunares/ deseados de su cuello.