Vaticano

Santo español

La Razón
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Francisco canonizó ayer a un humilde sacerdote orensano Faustino Míguez (1831-1925) fundador del Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora, congregación dedicada a la educación y a la promoción femenina que hoy está presente en cuatro continentes.

Fue una ceremonia muy solemne ya que junto a Míguez el Papa hizo santos a otros beatos procedentes de Francia, Italia, Brasil y México. Estos países se hicieron presentes con delegaciones oficiales presididas por ministros; no así España, que confió su representación al secretario general del Ministerio de Justicia. En el Vaticano ha llamado la atención este bajo nivel sobre todo si se tiene en cuenta que en la beatificación del hoy ya santo ( 25 de octubre de 1998) fue Mariano Rajoy, entonces ministro, quien representó a nuestro Gobierno.

La Iglesia española, por el contrario, estuvo presente a un alto nivel con tres cardenales –Carlos Osoro, Rouco Varela y Santos Abril–, numerosos obispos y miles de fieles procedentes, sobre todo, de Orense, Andalucía y de Getafe donde está enterrado así como de numerosos países donde sus monjas desarrollan una intensa labor apostólica. Nota simpática la presencia de decenas de gaiteros gallegos que actuaron durante la ceremonia de canonización celebrada en la Plaza de San Pedro.

Para Francisco elevar a los altares al padre Míguez fue especialmente grato ya que cuando era arzobispo de Buenos Aires visitaba con frecuencia el hogar Viñas Loureyro donde las monjas calasancias acogen a menores de uno de los barrios más peligrosos de la capital argentina. Faustino Míguez, además de santo, fue un gran biólogo que descubrió numerosos remedios terapéuticos y medicamentos registrados en la Dirección General de Sanidad desde 1922 y que se han vendido en farmacias de toda España. Por eso puede ser definido como una santo muy acorde con la encíclica «Laudato si» de Francisco y también como un sacerdote feminista puesto que dedicó muchos de sus esfuerzos a la promoción de la mujer en tiempos que esta actitud era más bien rara.